Transportes a peor

Cuando oigo a algún político expresar su preocupación por el tráfico de Madrid, por la contaminación atmosférica de la ciudad o por las emisiones de CO2, me quedo perpleja. Si realmente desearan que parte de la población dejara el coche en su casa y utilizara el transporte público, invertirían lo necesario para que éste fuera eficaz, ¿no?

Han reducido la frecuencia de los trenes de metro, en vez de aumentarla; lo sé porque lo uso por las noches y llevo apuntados los horarios para no perder el último. ¿Y el autobús? Pues, peor. El lunes pasado decido ir en el circular desde la plaza de España a la de la República Argentina, y tarda 25 minutos en llegar.

Una señora, que ya estaba cuando yo llegué, casi llora de rabia, ella llevaba ya 10 minutos allí. Total: 70 minutos de recorrido (en coche se tarda 30). A la vuelta tomo el 51, 20 minutos de espera; mientras, eso sí, pasan numerosos 16 y 19.

Al día siguiente tenía que hacer el recorrido plaza de España-plaza de la República Argentina-parque de Berlín-Callao-Comandante Zorita-plaza de España, de modo que cojo el coche ante la imposibilidad física de llegar a tiempo en transporte público o económica de ir en taxi.

Lamentablemente, se me avería el coche en la calle de Serrano a las 22.00 y lo tengo que dejar aparcado allí mismo hasta que hable con el taller, espero los 20 minutos de rigor el 51.

Al día siguiente voy con una grúa a por mi coche y... ya no está. Me lo han robado.

Lo tenía hace más de 30 años. Si alguno de ustedes ve por ahí un seiscientos rojo, por favor, llamen al 092 inmediatamente, ya que está puesta la denuncia y abrigo una triste esperanza de recuperarlo. Gracias.- Yolanda Merino. Madrid.

De Alcalá

Según parece, la Unión Europea ha elegido a la ciudad de Alcalá de Henares como ciudad de referencia para evaluar los resultados del Día sin Coches. Me parece muy bien. Espero que, con ello, evalúen el descontento de los vecinos; el paso, sin ley que lo prohíba, de todos los ciclomotores por el recinto peatonal a todas horas; la falta de adecuación de calles para el paseo del individuo; el nulo equipamiento de papeleras y bancos creados al compás de la peatonalización; la picaresca de los bares de copas con sus dueños abriendo el paso en los bolardos a sus clientes; los pocos jardines existentes llenos de chinches y con una falta de higiene tremenda.

Además de la falta de un estudio de impacto referido a toda la ciudad; la inexistencia de aparcamientos definitivos y decentes; la desertización del centro en aras de un trato de favor para las grandes superficies; la amenaza del Consistorio al proyectar la demolición de ciertos edificios con un criterio bastante cuestionable; la prohibición de construir aparcamientos subterráneos, con lo cual ahuyentan al futuro residente.

Y por supuesto, el reparto de pases al centro con criterio de amiguismo; el que todo ello lo haya llevado una empresa privada, recabando nuestros datos más personales; el pésimo equipamiento en bolardos, que han fallado a todas horas durante el periodo de prueba; el destrozo en coches por una mala señalización y fatal; funcionamiento de éstos, causando graves pérdidas a los conductores; la falta de consulta con todas las asociaciones de la ciudad; el utilizar los demás distritos como vertedero de los coches que le sobran en el centro.

En fin, espero que esa Europa que tiene puestos los ojos en esta ciudad se dé cuenta de que las cosas hay que hacerlas con calma y con bastantes estudios preliminares y, sobre todo, con un talante democrático del que carece este Ayuntamiento de Alcalá.