Dos depuradoras limpian el 92% del agua residual de Barcelona

Lo que parecía imposible hace apenas unos años es ya, en parte, una realidad. Los dos ríos que limitan Barcelona, el Besòs y el Llobregat, y que desde tiempos inmemoriales sufren el vertido de las aguas residuales de las cloacas de la ciudad, verán mejorar la calidad de sus aguas. El funcionamiento a pleno rendimiento de las depuradoras del Besòs y el Llobregat, cada una en distinta fase de desarrollo, supondrá la limpieza de estas aguas en un 92%.

Las dos depuradoras recogerán y descontaminarán también las aguas residuales de otros 13 municipios, lo cual supondrá el tratamiento de aguas usadas por cuatro millones de personas en domicilios, pero también en empresas, industrias y comercios. Una vez depurada, esta agua, que contribuirá a mejorar la calidad del litoral catalán, podrá utilizarse para regadío, como refrigeración industrial y para limpieza de calles, además de alimentar el caudal ecológico de ambos ríos.

La construcción de la depuradora del Llobregat se halla en la última fase y finalizará en marzo de 2003, mientras que la planta de reutilización de sus aguas está previsto acabarla a finales del próximo año. Además, se realizarán obras de tratamiento biológico en la del Besòs, que finalizarán en 2006. El coste de estas obras en su totalidad es de 457,1 millones de euros, la inversión medioambiental más importante de Europa, según sus responsables.

Otra de las grandes obras previstas es la colocación de los emisarios. La semana pasada se inició la instalación del emisario de la depuradora del Besòs, un tubo de 400 metros de largo y de 2,40 metros de diámetro que evacuará al mar tanto agua de lluvia como agua tratada, pero no depurada, procedente de la depuradora del Besòs. Esta gran tubería, sumergida a una profundidad de 16 metros, entrará en funcionamiento a principios del próximo noviembre.

Pero el que será verdaderamente espectacular es el emisario submarino de la depuradora del Baix Llobregat, un enorme tubo de 3,4 kilómetros de longitud y 3 metros de diámetro, el más grande de la cuenca mediterránea y uno de los mayores de Europa. Su caudal medio será de 15 metros cúbicos por segundo, y cuando funcione a pleno rendimiento, a partir de la entrada en funcionamiento del pretratamiento de la depuradora, podría ser, por su caudal, el segundo río de Cataluña. El emisario llevará las aguas pretratadas más de tres kilómetros mar adentro, lo cual permitirá la mejora de las playas comprendidas entre el puerto de Barcelona y el macizo del Garraf. Su presupuesto es de 26,06 millones de euros.

Aunque los resultados de estas obras hidráulicas no empezarán a notarse hasta el próximo año, la puesta en marcha de estos proyectos, incluidos dentro del Plan Hidrológico Nacional, ya han aportado algunos cambios positivos, como la rehabilitación de la playa de El Prat de Llobregat, donde estaba prohibido bañarse a lo largo de sus cuatro kilómetros desde hace más de 30 años. Ahora la disfrutan los vecinos. También la lenta recuperación de especies marinas y vegetales del delta del río.

A partir de 2003 se podrá reutilizar un caudal de agua de 100 hectómetros cúbicos anuales -el equivalente al embalse de Oliana- en regadío, mantenimiento de zonas húmedas o para alimentar el caudal biológico del río.

'La rehabilitación del delta de Llobregat supondrá a medio plazo que una zona completamente deprimida pase a ser un área de ocio y turismo', asegura Joan Compte, director general de Depurbaix, la empresa dependiente del Ministerio de Medio Ambiente responsable de estas obras.