El PSOE de Sevilla defenestra a Gómez por ser 'un elemento distorsionador'
El PSOE de Sevilla volvió ayer a huir hacia adelante en su crónica crisis interna con la defenestración de Carmelo Gómez de todos sus cargos en el Ayuntamiento de Sevilla. El alcalde de la ciudad, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, firmó un decreto por el que destituye a Gómez de sus cargos en el equipo de Gobierno, aunque el joven político sevillano sigue en su cargo orgánico de vicesecretario provincial.
La decisión fue tomada por el alcalde a mediodía, tras un agitado Pleno en el que los concejales socialistas no dejaron de entrar y salir del salón, de hablar entre ellos y de comunicarse con el exterior a través de sus teléfonos móviles, y en el que Gómez se mostró nervioso e inseguro toda la mañana. El propio alcalde se ausentó durante gran parte del pleno para confirmar por teléfono con el secretario provincial, Luis Navarrete; el vicesecretario Francisco Pérez Moreno; y el portavoz socialista en el Parlamento Andaluz, José Caballos; que la decisión de destituir a Gómez, tomada con los tres el miércoles, era respaldada tanto por la Ejecutiva regional como por la federal.
La destitución de Gómez es el enésimo intento del PSOE sevillano por cerrar una crisis que se remonta a hace 15 meses, cuando el propio concejal, respaldado aún por la ejecutiva de la que forma parte, forzó la dimisión de Emilio Carrillo, el entonces portavoz, por su tibia actitud en la relación con el socio de gobierno, el PA. Tras no heredar el cargo de Carrillo, Gómez se ha ido enrocando, cobijado en los respaldos que asegura tener entre la militancia de base en la ciudad, en una posición de enfrentamiento con el alcalde que, con el tiempo, le ha distanciado definitivamente del equipo que dirige Luis Navarrete en la dirección provincial.
Filtraciones a la prensa
Desde entonces, sus maniobras en las agrupaciones locales para socavar la candidatura de Monteseirín a la reelección, su intento por montar una corriente crítica y supuestamente renovadora en la organización provincial del partido, y su política de filtraciones a la prensa; han terminado por ponerle en contra de la dirección provincial, algunos de cuyos miembros, como José Enrique Rosendo, reclamaron ya públicamente, en la comisión ejecutiva del 2 de septiembre, que el partido actuara contra Gómez.
Antes de tomar una medida más drástica, desde hace casi un año, e incluso hasta ayer mismo, tanto Caballos como Navarrete han intentado convencer a Gómez de que dejara la actividad municipal y se decidiera por hacer política en alguna otra institución, como la Diputación o el Parlamento andaluz. Finalmente, tanto la cerrazón de Gómez por continuar en el Ayuntamiento de Sevilla como el 'clamor' generado en el partido contra su actitud, que ha puesto de acuerdo tanto al sector oficialista del partido como al minoritario, en el que se integran los renovadores en la provincia, no han dejado otra opción al PSOE que la de pedir a Monteseirín la cabeza de Gómez, una decisión que no ha costado al alcalde ningún esfuerzo.
Resulta llamativo que ayer ninguno de los compañeros de Gómez en el grupo municipal, varios de los cuales eran tenidos por fieles del ex delegado, se distanciara de la sumisión a la decisión del alcalde. Monteseirín justificó su postura en una 'pérdida de confianza' en alguien que se había convertido en 'un elemento distorsionador que ha dado una imagen tergiversada de la realidad'. El alcalde añadió que con esta decisión busca 'que las magníficas expectativas' que tiene el PSOE de cara a las 'próximas elecciones , lleguen a buen fin', ya que, a su juicio, 'la valoración de la gestión municipal es extraordinaria'.
El edil será sustituido por José Antonio García en la delegación del distrito Macarena, por Emilio Carrillo en la de Hacienda, por Susana Díaz en la de Administración de Personal, y por Piedad Bolaños en la portavocía adjunta del grupo; y quedará como concejal sin funciones ejecutivas, un cargo al que no piensa renunciar por ahora, según confirmaron ayer fuentes cercanas a Gómez.
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