EA considera un "escarnio" la designación de Sudupe para la alcaldía donostiarra

La ejecutiva guipuzcoana de EA analizó ayer la designación de Román Sudupe como candidato peneuvista a la alcaldía de San Sebastián y concluyó que es un gesto 'arrogante' que, como tal, dificulta y no favorece la coalición con el PNV, aunque tampoco la impedirá. Mayoritariamente partidarios de su formalización, los guipuzcoanos de EA se sienten 'doblemente afectados' por la iniciativa unilateral del PNV: la consideran 'desleal' y a la vez reprochan a la ejecutiva nacional de su partido el estar prorrogando innecesariamente la adopción de una decisión tan importante.

La reunión de ayer de la ejecutiva guipuzcoana de EA sirvió para constatar el malestar que ha producido entre su militancia el anuncio del PNV sobre su candidatura de San Sebastián, una plaza clave en la que Eusko Alkartasuna siempre ha obtenido más votos que el partido de Xabier Arzalluz desde la escisión. EA considera la sorpesiva apuesta de la ejecutiva provincial peneuvista (el GBB) una 'deslealtad' del partido y del propio Sudupe, con quien comparte gobierno en la Diputación, y entre sus filas se asegura que lo sucedido puede notarse en las elecciones.

'Nos sentimos desilusionados porque somos firmes partidarios de una coalición, que nos parece absolutamente necesaria para el futuro del país. Por lo tanto, creemos que se podía hacer mejor', afirmó un miembro de la ejecutiva. Y se mostró convencido de que esta 'maniobra desleal y arrogante' va a tener una repercusión negativa en las relaciones entre ambos partidos.

Este malestar lo transmitieron ayer al GBB en una comida entre representantes de las dos ejecutivas regionales: los peneuvistas Juan María Juaristi, Peio Etxeberria y Eneko Goya escucharon los reproches que Íñaki Galdos, Peio González e Iñaki Sagarzazu, de EA, les transmitieron en su primer encuentro tras el anuncio público de la candidatura de Sudupe.

La reunión sirvió para que ambas ejecutivas intercambiasen las razones que han llevado a esta tensa situación, pero que no ha llegado a un total deterioro. 'Ya hemos dicho hasta públicamente que ha sido algo que va a crear dificultades a una futura coalición, pero no la impedirá; saben que somos firmes partidarios de la coalición', describió uno de los asistentes por parte de EA. 'Hemos insistido en que no queremos repetir esquemas del pasado y no podemos tener parada una organización cuando tenemos unas elecciones de la importancia de las municipales', explicó a su vez un participante peneuvista.

Si esto piensa la organización de EA en Guipúzcoa, mucho más dura es la apreciación de la dirección vasca del partido. Su secretario general, Gorka Knörr, no dudó en calificar la decisión peneuvista como un 'escarnio'. Knörr reiteró que será la próxima asamblea nacional del partido, prevista en una fecha no precisada de octubre, cuando se decidirá si repiten la coalicion con el PNV, y en qué condiciones, en los comicios municipales y forales de 2003. La ejecutiva guipuzcoana, la más concernida por esta decisión debido a la fuerte implantación de EA en ese territorio, considera ese plazo muy tardío.

Tras el lanzamiento de la candidatura de Sudupe será necesaria una negociación más complicada sobre las condiciones de la coalición, lo que puede retrasar la preparación de unas elecciones especialmente complejas porque requieren la confección de listas conjuntas en numerosos pueblos.

La ejecutiva guipuzcoana de EA, que expresó sin éxito ante los organos nacionales de su partido la necesidad de adelantar la decisión, constata ahora una gran incertidumbre entre su militancia, que necesita concretar cómo van a acudir a estas elecciones. En numerosas asambleas locales de EA, e incluso en una asamblea regional, se acordó solicitar a la ejecutiva nacional que decida cuanto antes. Estas presiones no obtuvieron respuesta, por lo que los guipuzcoanos de EA, aunque de ninguna manera justifican la postura del PNV, tampoco niegan que existe un notable malestar interno por el retraso de la dirección de su partido en adoptar la decisión.