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Crónica:LA MAESTRANZA | LA LIDIA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Ilusiones vanas

Antonio Lorca

El cartel era uno de los más rematados del año y se abrigaba la esperanza de que los tres chavales demostraran sus posibilidades de futuro. Pero, una vez más, no fue posible. Fallaron los novillos, mansos, sosos y muy deslucidos, que en nada colaboraron a la brillantez del espectáculo. Mansearon en los caballos y estuvieron más pendientes de los movimientos en los tendidos que de los toreros. Y fallaron los novilleros, que se mantuvieron en el tono gris que impusieron sus oponentes y, a pesar de su juventud y maneras, no fueron capaces de levantar la tarde.

El más experimentado es Girón, quien tuvo momentos muy lucidos, aunque no remató ninguna faena. Tiene madera de torero: valor, quietud, temple y gusto. A su primero lo recibió con empaque en unas verónicas con las manos bajas. Se empleó en el tercio final, se colocó muy cerca de los pitones y consiguió muletazos estimables. Algo parecido le ocurrió en el cuarto, con el que Girón anduvo muy centrado. Tiene una buena concepción del toreo aunque ayer no llegó a rematar una tarde de triunfo. Salvador Vega se llevó la peor parte. Es torero preocupado por componer la figura y poco por torear como exigen los cánones: se coloca mal, abusa del pico y aburrió mucho.

San Miguel / Girón, Vega, Escribano

Novillos de San Miguel, bien presentados, mansos, sosos y blandos. César Girón: silencio tras aviso y ovación. Salvador Vega: ovación y silencio. Manuel Escribano: vuelta tras aviso y silencio. Plaza de la Maestranza. 22 de septiembre. Menos de media entrada.

Hay muchas esperanzas puestas en Escribano, un chaval valiente, alegre y bullidor, pero también acelerado, lo que resta prestancia a su toreo. Recibió a sus dos novillos en la puerta de toriles con más voluntad que lucimiento, los lanzó con rapidez, los banderilleó con desigual fortuna y mejoró en la muleta; en su primero destacaron varias tandas con la derecha y algún pase de pecho largo y templado; en el otro, caída ya la noche, derrochó voluntad pero no fue capaz de romper una tarde aburrida en la que se desvanecieron muchas ilusiones depositadas en tres chavales que formaban uno de los carteles más ilusionantes del año.

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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