Ilusiones vanas
El cartel era uno de los más rematados del año y se abrigaba la esperanza de que los tres chavales demostraran sus posibilidades de futuro. Pero, una vez más, no fue posible. Fallaron los novillos, mansos, sosos y muy deslucidos, que en nada colaboraron a la brillantez del espectáculo. Mansearon en los caballos y estuvieron más pendientes de los movimientos en los tendidos que de los toreros. Y fallaron los novilleros, que se mantuvieron en el tono gris que impusieron sus oponentes y, a pesar de su juventud y maneras, no fueron capaces de levantar la tarde.
El más experimentado es Girón, quien tuvo momentos muy lucidos, aunque no remató ninguna faena. Tiene madera de torero: valor, quietud, temple y gusto. A su primero lo recibió con empaque en unas verónicas con las manos bajas. Se empleó en el tercio final, se colocó muy cerca de los pitones y consiguió muletazos estimables. Algo parecido le ocurrió en el cuarto, con el que Girón anduvo muy centrado. Tiene una buena concepción del toreo aunque ayer no llegó a rematar una tarde de triunfo. Salvador Vega se llevó la peor parte. Es torero preocupado por componer la figura y poco por torear como exigen los cánones: se coloca mal, abusa del pico y aburrió mucho.
San Miguel / Girón, Vega, Escribano
Novillos de San Miguel, bien presentados, mansos, sosos y blandos. César Girón: silencio tras aviso y ovación. Salvador Vega: ovación y silencio. Manuel Escribano: vuelta tras aviso y silencio. Plaza de la Maestranza. 22 de septiembre. Menos de media entrada.
Hay muchas esperanzas puestas en Escribano, un chaval valiente, alegre y bullidor, pero también acelerado, lo que resta prestancia a su toreo. Recibió a sus dos novillos en la puerta de toriles con más voluntad que lucimiento, los lanzó con rapidez, los banderilleó con desigual fortuna y mejoró en la muleta; en su primero destacaron varias tandas con la derecha y algún pase de pecho largo y templado; en el otro, caída ya la noche, derrochó voluntad pero no fue capaz de romper una tarde aburrida en la que se desvanecieron muchas ilusiones depositadas en tres chavales que formaban uno de los carteles más ilusionantes del año.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.