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Triple alianza en la autopista

Autostrade, Brisa y Acesa irán de la mano para pujar en España y Europa

Las fichas se mueven en el tablero de juego de las autopistas. Y no sólo en el español, que tras la batalla por Iberpistas espera la fusión entre Acesa y Áurea. La movida salpica a los pesos pesados europeos. Con pocos días de diferencia, la italiana Autostrade, la portuguesa Brisa y la española Acesa han estrechado sus lazos para aprovechar las nuevas oportunidades que ofrece el mercado.

El acuerdo dibuja un frente mediterráneo con el ojo puesto en España, Francia, Reino Unido, Alemania y el mercado del Este de Europa

La concesionaria controlada por La Caixa (con 23,4%, cuando hace pocos meses rozaba el 32%) y Autostrade ya compartían participaciones cruzadas, pero el 12 de septiembre el líder europeo, con los Benetton al frente, anunció que aumentaba su parte en Acesa de un 4,4% a un 7,2%, para lo que pagó 106 millones de euros. Un modo de expresar su 'voluntad de colaboración con el mayor operador de autopistas español'. Y de asegurarse de que su parte no se diluirá cuando culmine la fusión entre Acesa y Áurea.

Acesa, que mantiene su 3,9% en la italiana, ya era a su vez segundo accionista de Brisa, a la que con la fusión desplaza en el tercer puesto del ranking europeo, tras adquirir en dos tandas hasta un 10% de su capital por unos 310 millones de euros. Ahora, la española comprueba el interés recíproco de Brisa, que ha comprado a Hisusa (La Caixa y Suez Lyonnaise) un 5,7% de la concesionaria presidida por Isidre Fainé y dirigida por Salvador Alemany. Por esta porción, acompañada de cruce de consejeros, Brisa paga 218,5 millones.

Esta operación a tres bandas dibuja un frente mediterráneo 'estratégico y con vocación 'estable', aseguran fuentes de Acesa, en un el sector que recuerda a menudo que la competencia se afila sólo en las fases de licitación. Así, Acesa canalizará a través de Brisa su interés por las nuevas licitaciones en Portugal y, sin planteamientos cerrados, analizará las perspectivas que ofrecen Alemania y Reino Unido (que contemplan extender la fórmula del peaje), Europa del Este (con mucha infraestructura por construir y Estados con pocos recursos) y, sobre todo, Francia, donde se acerca el segundo tramo de la privatización del número dos europeo, Autoroutes du Sud de la France (ASF), con un tercio de la red francesa de vías de peaje.

Europa es el principal polo de atracción a corto plazo, frente a la clara ralentización de la expansión en América Latina, donde Acesa ya se resiente de la caída de ingresos que le provoca su presencia en Argentina.

En el contexto europeo, la oportunidad más inmediata, aunque con el calendario aún por definir más allá del límite de la próxima Semana Santa, es la privatización por la SEPI de la Empresa Nacional de Autopistas (ENA), operación que cuenta con el BBVA como asesor externo. La sociedad ingresa 144 millones de euros, explota más de 400 kilómetros y controla las concesionarias asturleonesa, autopistas del Atlántico, de Galicia y, parcialmente, la de Navarra, además de participar en los accesos de Madrid y de tener presencia en Chile. Acesa, que con Áurea controlará holgadamente más de la mitad de las autopistas españolas y cuyos ingresos sumados superan los 1.200 millones, busca en ENA apuntalar este control e intentar alargar la media de sus concesiones.

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