Un musical de película
Una de las características de esta sala valenciana, al menos desde su reforma anterior, ahora completada, es su voluntad de participar en la producción y exhibir montajes teatrales basados en los guiones de películas de éxito. No es una excepción Cuando Harry encontró a Sally, simpática comedia sobre el amor y la amistad entre varones y mujeres que alcanzó cierto éxito en su momento gracias, entre otras cosas, al impecable trabajo de Meg Ryan y Billy Cristal. Aquí se ha adaptado ese material a las características de una comedia musical, que incluye una veintena de canciones distribuidas entre los dos actos en que se ha adaptado el original, y donde el trabajo más bien televisivo de Josema Yuste contrasta con la presencia escénica y musical de una Àngels Gonyalons que demuestra, una vez más, su enorme capacidad para este tipo de espectáculos.
Cuando Harry encontró a Sally
De Ricard Reguant, Octavi Egea y Joan Vives, sobre el guión de Nora Ephron del filme del mismo título. Intérpretes, Josema Yuste, Angels Gonyalons, Sergi Albert, Eva Alvarez... Iluminación, Nicolás Fischtel. Vestuario, Rafael Garrigós. Escenografía, Fiona Capdevilla, Susana Fernández. Coreografía, Barry Mc Nabb. Música y canciones, Joan Vives. Dirección Musical, Xavier Casademunt. Dirección, Ricard Reguant. Teatro Olympia. Valencia.
Esta versión, que es bastante digna en líneas generales, sigue como es lógico el argumento de la obra que le da origen, una inusitada exposición sobre la amistad y las oscilaciones de la repulsión y la atracción a lo largo de una vivencia de muchos años, hecha de encuentros y desencuentros, que desemboca en una relación amorosa después de tanto tiempo de poner a prueba las dificultades de una relación de amistad que perdura en el tiempo. La sucesión del hilo argumental está bien apoyada por los números musicales, aunque en ocasiones no pueden evitar cierta dispersión (sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de los espectadores conocen la película de origen), y el resultado es un musical bonito de ver, fácil de seguir y agradable muchas veces de escuchar. No es poca cosa para los tiempos que corren. Eso, y la vuelta del teatro musical, que estaba algo abandonado.
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