Boghossian, un campeón víctima de las dudas del nuevo Espanyol

Aparte del caso del fichado y desfichado portero Manninger y del debate latente con el ex técnico Paco Flores, unas declaraciones de Bo-ghossian se han convertido en el primer escándalo de la temporada en el Espanyol. Por si alguien desconocía el carácter del internacional francés, procedente del Parma, sirva el capítulo que le dedica el ex seleccionador Aimé Jacquet en el libro Ma vie pour une étoile, en el que cuenta las vicisitudes del Mundial conquistado por Francia en 1998. Después de calificar el juego de Bogho con una palabra: 'eficacia', concluye: 'Habla con pasión, con convicción, a veces de manera provocativa -sin duda su lado italomarsellés-, pero con pasión y también respeto. Será un gran entrenador'.

La situación de Boghossian, un día piedra angular del equipo y otro ni convocado, resume el estado de confusión en que se sume el Espanyol que afronta el derby. Un jugador de su categoría, curtido durante ocho años en el calcio, no podía quedarse mudo tras el debut liguero ante el Madrid y la apertura y cierre en la Copa ante un segunda b como el Alicante. 'No damos sensación de equipo porque falta dirigir el juego y yo soy el primero que no lo hice. Estuve mal', fue el público examen de conciencia de Bogho; 'corremos detrás del balón, sin sentido, y así no pueden llegar los resultados. Al equipo le falta personalidad, confianza y, a veces, entusiasmo'.

Boghossian pagó cara su sinceridad. Quedó excluido de la convocatoria para el partido ante la Real Sociedad. Pero nada mejoró. Pocas veces puede comparecer un equipo en peor situación de lo que lo hace el Espanyol en el Camp Nou. Juande Ramos sigue sin encontrar la 'tecla idónea', según dice, para que funcione su sistema de juego y la estadística revela el miedo escénico que infunde el estadio azulgrana en su equipo, que no gana desde hace 20 años.

Ramos baraja la posibilidad de hacer debutar como blanquiazul a Iván de la Peña precisamente en el campo en el que se forjó. Pero, por si acaso, ha recuperado a Boghossian esperando que la calidad de este francés de 31 años sirva de motor de arranque para un Espa-nyol que sigue a cero.