La victoria de los socialdemócratas despeja el camino de Suecia hacia el euro
Göran Persson: 'Hemos roto la tendencia. Los alemanes pueden seguir nuestros pasos'
La rotunda victoria electoral de los socialdemócratas despeja el camino de Suecia hacia el euro. El líder del partido y primer ministro, Göran Persson, reiteró en rueda de prensa en la madrugada del lunes nada más conocerse los resultados de los comicios que el país nórdico celebrará un referéndum sobre la moneda única el año que viene, probablemente en otoño, y que en 2005 estaría completada la adhesión sueca al euro. Los mercados reaccionaron a sus palabras con un fortalecimiento de un 1% de la corona. Un euro se cambiaba ayer a 9,10 coronas suecas.
Persson tendrá ahora más fácil convencer a los escépticos suecos de las ventajas de unirse a la moneda europea y las propias bases del partido podrán dedicarse con mayor entusiasmo a hacer la campaña por el referéndum. El líder socialdemócrata logró en un congreso extraordinario del partido en marzo de 2001 que se aprobara la entrada de Suecia en el euro.
Para el líder sueco, el éxito de los socialdemócratas con el 40% de los votos supone también un punto de inflexión a escala europea tras las derrotas electorales de los socialistas en Francia, Portugal, Holanda y Dinamarca en el último año. 'Hemos roto la tendencia. La semana próxima nuestros camaradas alemanes pueden seguir nuestros pasos', afirmó un emocionado Persson convencido de la victoria del canciller y líder del SPD, Gerhard Schröder, en las elecciones del próximo domingo.
Los socialdemócratas suecos se apuntaron otro importante tanto en las elecciones municipales, que también se celebraron el domingo: lograron recuperar la alcaldía de Estocolmo, en manos de la derecha desde 1998. El desastre para los conservadores en este caso es aún más doloroso pues querían que la capital sirviera de modelo de su gestión y fuera el faro de su futura vuelta al poder. El triunfo socialdemócrata se ha basado, según los comentaristas de la prensa sueca, en un trasvase de votos del Partido de la Izquierda (poscomunistas), que han bajado del 12% al 8,3%, y al apoyo de los votantes extranjeros. El 50% de los votos inmigrantes fueron a parar al partido de Persson.
El único pero que se puede poner a su victoria es haberse quedado, sumando sus escaños (144) a los 30 obtenidos por los ex comunistas, a tan sólo un diputado de la mayoría absoluta en el Parlamento (175 de un total de 349). Dónde cae el escaño que falta se resolverá en los próximos días, cuando se cuenten todos los votos por correo. Los Verdes tienen intención de vender caro su apoyo parlamentario exigiendo ocupar una plaza en el futuro gobierno. Pero su pretensión no tiene mucha fuerza, dado que el sistema político sueco sólo exige la mayoría de 175 escaños para obligar al Ejecutivo a renunciar, no para formar gobierno. Nadie cree que los Verdes den su apoyo al bloque conservador y por tanto basta con su abstención parlamentaria para que Persson vuelva a dirigir como en los últimos cuatro años un gobierno monocolor.
En el bloque conservador los resultados electorales han hecho estragos. La derrota de los moderados, que sólo obtuvieron el 15% de los votos frente al 22,9% de 1998, cambiará la relación de fuerzas dentro de la derecha en beneficio de los liberales. El líder el Partido Moderado, Bo Lundgren, ha dicho que no piensa dimitir, ya ayer se alzaban voces en su partido pidiendo su cabeza y la vuelta de su antiguo líder, Carl Bildt, que llevó al partido a cotas del 24%.
Por su parte, el líder liberal, Lars Leijornborg, justificó su ascenso electoral (del 4,7% al 13,3%) por haber hecho una oferta de cambio a la sociedad sueca. Leijornborg aprovechó sus primeras declaraciones para poner distancia con quienes le acusan de seguir la estela de otros partidos europeos que han hecho bandera de las restricciones a los inmigrantes. 'Estoy a favor de la inmigración y de continuar con la política de asilo pero hay que reconocer que hemos fracasado a la hora de integrarlos. No se equivoquen con nosotros', afirmó, para rechazar cualquier comparación con el líder ultraderechista austriaco Jörg Haider. Y apuntó un dato: de los seis candidatos inmigrantes elegidos al Parlamento en estas elecciones, tres pertenecen a su partido.
La ultraderecha sueca, llamados Demócratas de Suecia, sólo logró algunos resultados positivos en el sur del país y a nivel municipal. En Malmoe y otras ciudades consiguieron entre el 5% y el 10% de los votos, lo que les reportará algunas concejalías.
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