Bombones al accionista
Enrique de Aldama Miñón, madrileño de 70 años y doctor ingeniero de Caminos, ha ocupado distintos cargos en más de 50 consejos de administración de empresas españolas. Se encuentra, pues, entre esa veintena de gestores que goza del don de la ubicuidad empresarial desde donde tripulan la marcha de la economía. Un gran conocedor de las artes y técnicas empresariales que le han llevado a la presidencia de la Comisión Especial para la Transparencia y Seguridad de los Mercados Financieros y Sociedades Cotizadas.
La Comisión Aldama, -resumiendo- que hereda el testigo de la Comisión Olivencia, tiene como objetivos el informar sobre el grado de cumplimiento del código de buena conducta de los consejos de administración de las sociedades cotizadas; dar mayor protección y seguridad a los accionistas e inversores, y favorecer la transparencia de los mercados. En definitiva, devolver la confianza de los inversores en los gestores empresariales, sobre todo después de los escándalos de Enron o WorlCom acaecidos en Estados Unidos.
Un cargo que, según cuentan personas próximas a Enrique de Aldama, ha aceptado con gran entusiasmo. Así, en agosto se puso ya manos a la obra para idear los trabajos de la comisión, actividad que compaginó con el golf, la navegación y las carantoñas a sus 13 nietos.
Profesionalmente, Enrique de Aldama ha estado siempre ligado al mundo de la construcción aceptando en ocasiones responsabilidades más políticas. Fue nombrado director general de Carreteras en 1974 y en 1982 abandonó la subsecretaría del Ministerio de Industria y Energía. Consejero delegado de Agromán, refundó posteriormente la constructora Lain y terminó fusionándola con Obrascón para crear OHL. Ocupa una de las 11 vicepresidencias de la patronal CEOE, y en tiempos fue vicepresidente de la patronal constructora Seopan. Actualmente, es consejero de Repsol YPF y creador de Obralia, una web que reúne a varias constructoras que ofrecen sus servicios a través de Internet.
Su dilatada actividad profesional le cualifican para saber dónde están los puntos oscuros de los que mandan en su relación con los dueños de las empresas (accionistas). Conclusiones que junto a otros 12 compañeros empresarios y docentes deberán presentar al ministro Rodrigo Rato en diciembre para mejorar unas relaciones entre empresa y accionistas que siguen estancadas en la caja de bombones o en la baraja de naipes durante las juntas de accionistas.
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