La pérdida de toque de Aznar
Por primera vez , esta semana ha sido posible escuchar dentro del Partido Popular críticas, y sobre todo lamentos, por la repentina pérdida de 'toque' que algunos atribuyen al presidente del Gobierno, José María Aznar, tanto en la manera en la que ha manejado las celebraciones de la boda de su hija como en la forma en la que está enfocando otros asuntos políticos con posible repercusión popular, como la crisis internacional de Irak.
El malestar y desconcierto que ha provocado dentro del PP la forma en la que se ha desarrolado la boda de Ana Aznar ha causado sorpresa a los propios dirigentes del partido y a muchas personas próximas al presidente del Gobierno y al entorno de La Moncloa.
Cargos del PP explican que la desmesura de la fiesta es atribuible en parte al novio, Alejandro Agag, un hombre con muchas relaciones en el mundo de los negocios
'Es posible que no hayamos valorado bien el efecto que tendría, no ya sobre el PSOE, lo que no tiene importancia, sino, lo que era mucho más delicado, sobre nuestra propia gente', admite un alto cargo del PP. Sin embargo, se niega a considerar la posibilidad de que tenga efectos electorales. 'En absoluto. En las elecciones municipales no tiene tanta importancia la figura del líder del partido, y para las generales falta mucho tiempo', asegura.
Según el análisis de otro significado militante popular, es posible que la peculiar situación del PP, obligado por Aznar a paralizar cualquier movimiento interno que atraiga la simpatía popular por uno u otro candidato a su sucesión, haya hecho que aparezca una 'pequeña punta' crítica hacia el propio presidente.
'Es mucho más simple', asegura otro dirigente popular próximo al presidente. 'La celebración de la boda no ha sentado muy bien en el PP porque el partido responde a la imagen de clase media profesional que le ha venido dando el propio presidente, la idea de un inspector de Hacienda que no pretende salirse de su estatus social. Y de repente esa imagen, que le sienta estupendamente al PP, se ha deteriorado, justo cuando Rodríguez Zapatero empieza a fabricarse su propia imagen de seriedad y austeridad'. Los cargos intermedios del partido, votantes cualificados y profesionales y empresarios de peso que militan en las filas del PP, se preocupan porque no saben si todo esto responde a que el presidente ha perdido 'el toque' o es algo puramente circunstancial, añade.
Para este dirigente del PP, se trata de 'algo pasajero' que cabe atribuir no sólo a José María Aznar, sino también a su yerno, Alejandro Agag, 'un hombre muy simpático que tiene muchas relaciones personales en el mundo de los negocios y la empresa' . Agag, además, ha dejado hace muy poco la política para dedicarse a la banca y al mundo del dinero.
Fue el novio, por ejemplo, quien le pidió a Alberto Cortina que diera una fiesta privada (el miércoles 4, entre la despedida de soltero y la ceremonia de la boda) 'para distraer', entre otros, al magnate de medios de comunicación Rupert Murdoch y a su joven esposa. Más de cien nombres de la lista de boda relacionados con el mundo de los negocios asistieron a la ceremonia porque les invitaba el presidente del Gobierno español, pero sus nombres fueron sugeridos directamente por el novio, asegura un importante empresario invitado a la boda.
Planes para enero
El mismo lamento sobre la 'falta de toque' del presidente y de su entorno se escucha también en algunos sectores próximos al PP respecto a otros temas; entre ellos, las consecuencias electorales que tenga una posición sobre el conflicto de Irak demasiado cercana a la del presidente Bush y, sobre todo, demasiado lejana de la que mantenga la Unión Europea en su conjunto.
El conflicto bélico, que algunos analistas de La Moncloa creen que podría desencadenarse el próximo mes enero, condicionaría y retrasaría la recuperación económica europea y española, y una actitud demasiado 'militante' del Gobierno a favor de las tesis norteamericanas podría tener el efecto de acentuar la imagen moderada y europea del dirigente socialista. 'La proximidad de las elecciones impregna ya todo y obliga a que todo se analice en clave interna y de su posible repercusión electoral. Pero eso ocurre en nuestro partido y en todos los demás', asegura un dirigente popular.
'No han pasado ni ocho meses desde que celebramos un congreso excepcional y ya nos las hemos arreglado para perder ese impulso', se queja un dirigente provincial del PP. Lo único correcto en las últimas semanas desde su punto de vista ha sido la rapidez con la que Aznar y el partido han reaccionado frente al tema de la inseguridad ciudadana y a las críticas de los socialistas. 'Eso sí que es peligroso', exclama.
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