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Un joven, capturado tras escapar de una comisaría saltando por los tejados

El fugitivo destrozó un restaurante antes de ser detenido por un grupo de antidisturbios

Mohamed Hicham, un argelino de 20 años, quiso huir de la policía el miércoles por la noche y casi lo consiguió. Fue detenido dos veces, y dos veces escapó. Hicham, de 1,80 de altura y de cuerpo delgado y fibroso, fue detenido por unos vigilantes de la estación de metro de Velázquez cerca de las 23.00, tras intentar entrar en la cabina de las taquillas. La policía se lo llevó a comisaría. Las esposas que llevaba puestas no pudieron evitar que Mohamed, antes de que la policía tomar sus huellas, derribara al agente que le sujetaba, rompiera un cristal con la cabeza e intentara huir.

Fue el primer intento. El agente que cayó al suelo logró reducirlo y detenerlo de nuevo. El joven tuvo que ser atendido en el hospital de la Princesa por las heridas que se hizo con los cristales. A las tres y media de la madrugada de ayer, según la Jefatura Superior de Policía, Mohamed regresó a la comisaría desde el hospital y los agentes le pudieron tomar las huellas dactilares. Pero tampoco llegó a entrar en el calabozo. Cuando le iban a encerrar, escapó por una ventana y se tiró desde una altura de cinco metros.

Los policías lo intentaron sujetar por las piernas, pero consiguió escapar. Subió a la azotea por una escalera. Escapó saltando por los tejados. Desde la comisaría, los policías dieron aviso a los antidisturbios, que a su vez solicitaron la presencia de los bomberos. Ya habían perdido de vista al detenido cuando, minutos después, los agentes advirtieron que se había activado la alarma en un restaurante situado en la calle de Ayala. Allí, el joven estaba destrozándolo todo en el interior del establecimiento.

Barricada

Hicham puso las mesas delante de él a modo de barricada. Armado con cuchillos y botellas rotas, se pertrechó tras ella y amenazó a los agentes. Tras verse acorralado, el joven optó por salir corriendo y se metió en el ascensor. Paró en la sexta planta. Se encontró con los policías de frente. Aun así, no se dio por vencido y amenazó de nuevo a los agentes con los cuchillos. Éstos le lanzaron pelotas de goma a las manos y lograron reducirle. Allí fue detenido y trasladado de nuevo al hospital de la Princesa.

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