Mas admite que la ofrenda floral a Casanova debería revisarse para evitar un 'guirigay'

El conseller en cap y candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, se mostró ayer reticente a realizar de forma unitaria la ofrenda floral que todos los partidos presentan ante el monumento a Rafael Casanova cada Onze de Setembre, propuesta lanzada por el líder socialista Pasqual Maragall. Pese a las reservas, el dirigente nacionalista admitió que este acto tradicional debería modificarse para que no se convierta en un 'guirigay'.

Año tras año un puñado de jóvenes se pasan la mañana de la Diada ante el monumento a Rafael Casanova vociferando insultos airados y abucheando a la mayoría de los políticos y las instituciones que acuden a realizar la ofrenda floral. La palma de pitos se la lleva anualmente el PP, seguido de los socialistas. Tras participar en la ofrenda floral del PSC el pasado miércoles, Maragall sugirió recuperar el espíritu unitario de la transición y programar en el futuro una ofrenda conjunta de todos los partidos para evitar la sucesión de abucheos.

La propuesta de Maragall fue recibida con interés por el PP y por Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), y Esquerra Republicana (ERC) la rechazó. Mas optó por el silencio y ayer confirmó que la idea unitaria no le parece bien, aunque admitió la necesidad de renovar el acto.

A su juicio, el planteamiento unitario 'no tiene sentido' porque los partidos nacionalistas, dijo, viven la jornada de forma 'reivindicativa', mientras que para socialistas y populares se trata, en su opinión, de 'un día de trámite'. Pero en declaraciones a COM Ràdio, Mas admitió que el actual formato del acto no es el idóneo: 'Hemos de pensar alguna cosa que permita que ir a poner la ofrenda floral a Rafael Casanova no se convierta en un guirigay'.