_
_
_
_
HISTORIA DE LOS VIDEOJUEGOS

'La Abadía del Crimen', primer título español que logró prestigio internacional

La aventura creada por Paco Menéndez y Juan Delcán, basada en el libro 'El nombre de la rosa', se identifica con la época dorada de los ordenadores de 8 bits

No hace muchos años falleció Paco Menéndez, el hombre responsable, junto al grafista Juan Delcán, de una de las joyas de la aventura gráfica tanto en España como internacionalmente. Ésta es, sin ningún género de dudas, La Abadía del Crimen, un juego de aventura lanzado en 1988 por Opera Soft.

Desde Opera Soft, un ingeniero en telecomunicaciones haría el código de programación y un estudiante de arquitectura, por aquel entonces, se encargaría de dotar al juego de un entorno gráfico adecuado para trasladar al jugador, con las herramientas disponibles en ese momento, a la misteriosa abadía en la que el demonio, en forma de persona, esquilmaba a la población monacal.

Esta aventura fue desarrollada para los ordenadores Amstrad y luego se adaptaron para MSX y Spectrum 128. Se intentó que esta versión funcionara en 64 k, pero fue imposible y finalmente apareció para máquinas de 128 k.

Más información
REMAKE::
COMPUTER EMUZONE::
PÁGINA PERSONAL::

La época de los ordenadores de 8 bits ha sido mitificada por muchos jugadores, y calificada como la edad de oro del software español, ya que se considera que durante ese periodo se realizaron las mejores obras del entretenimiento electrónico. En la lista aparece el juego de Paco Menéndez y Juan Delcán. La Abadía del Crimen se ha convertido en toda una leyenda de la programación. Con pocos medios y un equipo muy reducido se conseguían programas como éste, capaces de entretener a miles de jugadores de todo el mundo.

El juego está basado en la novela de Umberto Eco El nombre de la Rosa. Aunque en un principio los programadores tuvieron contacto con la editorial que poseía los derechos del libro, no lograron llegar a un acuerdo y el juego llegó a las tiendas con el nombre de La Abadía del Crimen, título acorde con la aventura.

El jugador debía encarnar al monje Guillermo de Occam, protagonista de la novela, que, junto a su fiel novicio Also de Melk, intentará resolver el extraño crimen que ha tenido lugar en la abadía.

La aventura del monje y su novicio no era una fácil tarea; el juego escondía una complicada trama que lo convierte, pese a su actual sencillez visual, en un de los títulos más difíciles de resolver. Como en cualquier aventura gráfica, en ésta también debían recogerse objetos que, combinados con otros, ofrecerían la solución. Pero la trama no era tan simple; además de esta base, el juego obligaba a respetar las normas de la abadía, que no eran otras que las horas de oración de los monjes. Si el jugador no cumplía estos preceptos monacales se le iban descontando las faltas leves.

Para ayudar al jugador a resolver el enigma, el programador introdujo algunas pistas. Cuando el personaje permanecía quieto, se podían observar las acciones de otros personajes del juego; en ocasiones se revelaba la solución.

Ya en la época en que salió al mercado, La Abadía del Crimen recogió el apoyo tanto de los jugadores como de la crítica. Recibió diversos premios, como los de la revista MicroHobby, que le distinguió como el juego con mejor programador (Paco Menéndez), mejor argumento y mejores gráficos.

Después de programar La Abadía del Crimen, Menéndez decidió dejar el mundo del entretenimiento electrónico y dedicarse en exclusiva a su carrera de Telecomunicaciones para emplear todo su potencial en la investigación.

En aquellos años, él ya reconocía en algunas entrevistas del sector que: 'Antes era todo un arte, ahora todo es dinero', en referencia a la industria del entretenimiento; esta situación parecía no agradarle mucho y argumentaba su opinión diciendo que para superar La Abadía del Crimen debería realizar un gran esfuerzo que a la postre no sería recompensado.

La muerte de Paco Menéndez dejó huérfanos a los hijos de la generación que creció con los juegos de la época dorada de los 8 bits, aunque para muchos seguirá viva esa época gracias a su siempre eterna Abadía del Crimen.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_