La industria de Hollywood quiere controles

ADEMÁS DE TRABAJAR EN SU PROMETIDA aparición en la Red, las majors de Hollywood fomentan un estrategia de prohibición mucho más agresiva: al sentirse amenazadas por las tecnologías que permiten compartir video entre los internautas sin pagar derechos de autor, quieren que los legisladores impongan la instalación de dispositivos para controlar la reproducción en todos los aparatos electrónicos. También empiezan a hacerse oír entre los grandes de la informática, como Microsoft.

La Motion Picture Association of America está muy presente en Washington, en donde es recibida tanto por legisladores como por miembros de la Administración.

Por el lado gubernamental, el 8 de agosto pasado, la Comisión Federal de Comunicaciones se pronunció a favor de una tecnología con la que los televisores digitales puedan reconocer y bloquear cualquier contenido marcado por un signo invisible que indique que está protegido por la legislación sobre el copyright. Sólo es el primer paso.

La Comisión Federal de Comunicaciones está a favor de una tecnología que permite a los televisores digitales reconocer y bloquear contenidos protegidos por 'copyright'

El Media Player 9 de Microsoft representa otra victoria para Hollywood: permite a los propietarios de contenido controlar mejor sus productos

Un proyecto de ley, defendido por el senador Ernest Hollings, está en proceso de revisión. En su versión actual, propone que se prohíba la creación, venta o distribución de 'cualquier equipo digital interactivo que no contenga y utilice medidas de seguridad garantizadas'.

Steve Jobs, director general de Apple, el fabricante de ordenadores Machintosh, y de Pixar, la empresa responsable de algunos éxitos cinematográficos como Toy Story y socia de Walt Disney en el campo de la animación por ordenador, analiza la distribución de películas en la red en los siguientes términos: 'En muchos casos, desafortunadamente, el temor paraliza la habilidad de Hollywood para aprovechar lo que, a mi juicio, representa una increíble oportunidad'. Se muestra además convencido de que 'la mayoría de la gente quiere ser honesta, y si les ofrecen opciones razonables, van a preferir comprar el contenido'.

Sin embargo, la propuesta de ley de Ernest Hollings cuenta con el apoyo de la MPAA. La asociación ha conseguido que varios miembros influyentes del Congreso de Estados Unidos presionen a la FCC para que adopte la medida. Gracias a las generosas contribuciones a las arcas de ambos partidos -los demócratas reciben la mayor parte-, Hollywood ejerce una considerable influencia en ambos lados del espectro político estadounidense.

El lanzamiento del Media Player 9, presentado por el presidente de Microsoft, Bill Gates, el pasado 4 de septiembre en Los Ángeles, indica otra importante victoria para la MPAA. Si bien es cierto que la nueva versión contiene notables adelantos en materia de calidad de distribución, hay que decir que permite a los propietarios de contenido controlar mejor sus productos. Por ejemplo, pueden permitir la descarga de contenidos pero no su copia, o si lo permiten, sólo se podrá sacar un número de copias limitado. También podrán conseguir que los contenidos desaparezcan después de algunos días.

El Windows XP Media Center Edition (MCE), un sistema operativo para grabar películas o música en excelentes condiciones debería salir al mercado antes de fin de año en ordenadores HP y Samsung. Sin embargo, las maravillas obtenidas con estos equipos no podrán ser transferidas a otros equipos y tampoco podrán ser vistas en la televisión.

Para tranquilizar al personal, Sybille Haupert, portavoz de Microsoft, afirma que la multinacional 'busca soluciones que permitan utilizar las copias en casa, prohibiendo a la vez su uso fuera de ella'. ¡Queremos saber si se podrá utilizar en el jardín!

Este tipo de medidas va en contra de las medidas legales y jurídicas adoptadas cuando aparecieron los videocasetes y las videograbadoras, que autorizan copias para uso personal y que incluso permiten que el usuario las lleve a casa de sus amigos. Si Hollywood impone sus soluciones, esto podría volverse imposible, o por lo menos, legal.