_
_
_
_

El paradigma Alzira

Eduardo Zaplana constató en 1995, cuando accedió a la Generalitat valenciana, que apenas disponía de recursos para atender los servicios públicos de Sanidad y Educación transferidos precipitadamente por decisión política de su predecesor socialista. La apuesta por corresponsabilizar a la 'iniciativa social' en la prestación de servicios públicos se convirtió en una filosofía de gobierno para aliviar las arcas de la Generalitat. Zaplana reiteró que la calidad de los servicios prima sobre su titularidad.

El hospital de Alzira, en la comarca de La Ribera, se convirtió en paradigma del modelo. El centro fue construido con fondos públicos y su gestión fue cedida a una UTE controlada por Adeslas, que recibe una cuota por cada vecino en calidad de potencial paciente. El hospital se inauguró en 1999.

Más información
Zaplana reabre el debate sobre la gestión privada de servicios públicos

Las críticas de la oposición y de los sindicatos por la falta de transparencia ante los resultados económicos del hospital congelaron la extensión del modelo a los centros de salud de atención primaria, pero ya se ha comprometido la concesión administrativa de otro hospital en Torrevieja, Alicante.

En el ámbito de Sanidad, la Generalitat ha impulsado la gestión privada de los diagnósticos por resonancia magnética, ha multiplicado los conciertos con clínicas privadas y ha intentado reducir las listas de espera sanitaria a través de un plan de choque que desvía a centros privados a los pacientes de la sanidad pública.

En el ámbito de Educación, los conciertos con colegios privados han crecido de forma espectacular, incluso con algunos centros de élite gestionados por el Opus. En conjunto, más del 60% de la oferta educativa en la Comunidad Valenciana está en manos privadas.

En materia de Servicios Sociales, la Generalitat impulsa un plan gerontológico que prevé la construcción privada de 9.000 plazas en residencias para mayores de las que un tercio serán de disponibilidad pública a cambio de una subvención pública.

Las ayudas para la atención doméstica de ancianos en situación de dependencia fue una de las primeras iniciativas en el mismo ámbito. Desde 1996, la Generalitat valenciana destina entre 90 y 180 euros a mujeres con ancianos a su cargo. El presupuesto destinado ha esa partida ha crecido de los 6 millones de euros en 1996 a algo más de 12 en 2001. Pero se ha reducido de nuevo este año a 6 millones.

La adjudicación de servicios de telealarma para mujeres amenazadas constituye el último caso de participación de la iniciativa social en la prestación de servicios públicos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_