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Reportaje:

Estrategias para un año decisivo

Zapatero quiere seguir firme pero sin descalificaciones, mientras el PP tratará de promover muchas reformas y no hablar de la sucesión

Francisco Peregil

Se abre el nuevo curso parlamentario y entre los dirigentes del PSOE y del PP anda de boca en boca una coletilla que acuñó en su día el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol: 'Eso no toca'.

Para el PSOE no ha llegado el momento, y puede que nunca llegue, de ejercer una oposición basada en descalificaciones. No toca. Su postura ante el PP se ha ido endureciendo desde la primavera pasada, pero siempre de forma controlada, pasito a paso, como el mecanismo de un reloj. Y así pretende continuar.

El pasado viernes, en la sede del partido, José Luis Rodríguez Zapatero advirtió a los 220 miembros del comité federal: 'Hay que huir de las descalificaciones y los insultos'. El año pasado, en las reuniones de ese mismo comité y de la ejecutiva había críticas veladas y también directas al estilo pactista de Zapatero. Ahora, hasta los más renuentes están de su lado. Se suceden las intervenciones de apoyo. Ya sea Pasqual Maragall asegurando el apoyo de los socialistas catalanes a la ilegalización de Batasuna o Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Txiki Benegas.

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'Zapatero da a entender que ya habrá tiempo de criticar la política del Gobierno con Marruecos o la política antiterrorista', señala alguien próximo al líder. Y no se escucha ni una sola discrepancia con Zapatero. Nadie cuestiona su estrategia. Hay caras de plena satisfacción entre sus principales colaboradores.

'Lo de no entrar en el debate de la boda ha sido un acierto tremendo', asegura el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera. 'Ya ha quedado en evidencia el boato y el lujo que ha empleado una persona que presume de austeridad. Pero nosotros hemos sido elegantes al no inmiscuirnos en su vida privada', señala otra fuente del PSOE.

'Es evidente que Zapatero ha consolidado su liderazgo interno, pero no el externo. En las encuestas sale bien valorado porque a los votantes del PP no les cae mal, pero eso no significa que lo vayan a votar después', señala el portavoz del PP, Luis de Grandes. Otro dirigente del PP añade: 'En los próximos meses nuestras críticas al PSOE recalcarán que hace una oposición sin sustancia ni contenido. Tan pronto se pone detrás de una pancarta como se asemeja a una mala copia del PP'.

Se hablará mucho sobre la 'falta de sustancia' de Zapatero. ¿Pero, cómo aguantará el PP la presión de las críticas cuando el PSOE insista en que no hay un claro sucesor? 'Aguantaremos muy bien porque tenemos la referencia de nuestro presidente Aznar', señala un dirigente.

No toca en el PP hablar de la sucesión. 'No vamos a seguir el guión de los socialistas. Ni el de los medios de comunicación, que también tienen mucho interés en hablar de eso', señala el portavoz del PP. 'Hablaremos de los Presupuestos del Estado, de la supresión del Impuesto de Actividades Económicas, del sistema de financiación de los ayuntamientos... Plantearemos reformas sin parar, como la de Eduardo Zaplana proponiendo un salario para las víctimas de la violencia doméstica'.

Precisamente esa propuesta de Zaplana ha enervado a los socialistas. 'Es una cosa oportunista, demagógica, sin ningún rigor ni fundamento. Nosotros presentamos en julio una propuesta de más de noventa folios sobre la violencia de género en cuya redacción trabajaron durante meses decenas de expertos. Se debatirá el martes en el Congreso. Y ha sido apoyada por la Red de Organizaciones de Mujeres contra la Violencia, que ha pedido al PP que la vote. Sin embargo, el Partido Popular sólo pretende sacar provecho electoral de un tema tan grave', señaló un dirigente socialista.

Sin embargo, desde el PP, la propuesta de Zaplana se ve como una reforma de las muchas que van a plantear en las próximas semanas.

'El PSOE querrá plantear en los próximos meses que hay un vacío de poder en nuestro partido', declara el portavoz parlamentario del PP, Luis de Grandes. 'Presumirá de sus primarias como si eso fuera el único referente democrático. Pero ya sabemos que el PSOE no va a jugar con las cosas de comer. Ni Zapatero, ni Chaves, ni Bono, ni Ibarra van a competir contra nadie en las primarias'.

Así pues, la sucesión no toca. ¿Qué es lo que toca entonces para el PP hasta las próximas municipales? Eso, precisamente, las elecciones.

'El próximo cuatrimestre será el más intenso del partido', indica un dirigente del PP. 'Habrá cinco o seis grandes convenciones vinculadas a las municipales y autonómicas; haremos campañas informativas sobre los Presupuestos, la Ley de Calidad de la Enseñanza y los planes de inseguridad; renovaremos la imagen y fachada del edificio de Génova, en muebles y colores, y hasta el próximo mayo, mes de las municipales y regionales, organizaremos congresos regionales del partido por toda España a los que irán Aznar, Javier Arenas, como secretario general del partido, y los tres vicesecretarios [y supuestos candidatos a la sucesión de Aznar]: Rajoy, Mayor y Rato'.

El PP apuntará hacia Zapatero en sus críticas más incisivas. Pero el PSOE no tendrá al menos hasta el verano del próximo año el nombre del sucesor de Aznar al que apuntar. 'Y cuando se dispara al bando no cae ningún pájaro', advierte Luis de Grandes.

Caldera reconoce que su partido va a continuar planteando baterías de preguntas a un mismo ministro, tal como puso en práctica hace varios meses con Mariano Rajoy y Rodrigo Rato. 'El próximo miércoles, sin ir más lejos, hemos presentado cuatro preguntas para Rato. Y no quiero desvelar demasiado nuestra estrategia, pero podemos adelantar que va a haber sorpresas en nuestra estrategia parlamentaria. En el curso pasado ya sorprendimos con la concentración de preguntas y el día en que nos fuimos del Parlamento', señala Caldera.

'Cada vez que el PSOE concentra las preguntas en un ministro', señala un alto dirigente del PP, 'el resultado es que el ministro ha salido fortalecido. Eso pasó con Rato cuando le plantearon ocho preguntas. Me parece un error estratégico'.

El PSOE procurará desgastar al Gobierno, pero asegura que quiere trabajar más en consolidar su alternativa. Y lo primero en ese sentido es que las elecciones primarias resulten un éxito.

El plazo de presentación de candidatos va desde el día 6 al 25 de septiembre. Lo cual significa promover la figura de Zapatero. Si no hay más de un candidato, el próximo 27 de octubre se proclamará candidato a Zapatero. Y desde ahora hasta las elecciones, el PSOE promocionará la 'apertura y transparencia' que rige en la estructura del partido frente al 'oscurantismo' del PP.

'En octubre vamos a presentar una campaña muy potente bajo un lema que diga: 'Si tienes una idea, puedes expresarla'. Vamos a hacer un despliegue de nuevas tecnologías que no tiene parangón con ningún partido europeo. Y el PP terminará cambiando su agenda como la ha cambiado con las candidaturas de Madrid', sostiene el secretario de Organización del PSOE, José Blanco.

En cuanto al decretazo... ¿Habrá otra huelga general? 'No lo creo', dice Caldera, 'pero el próximo día 5 de octubre habrá una movilización muy importante en contra del decretazo. El Gobierno, lo único que va a hacer, junto a CiU, es un cambio cosmético de la ley'.

En cuanto a lo que se avecina con la ilegalización de Batasuna, el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, es quien más pesimista se muestra: 'No preveo ninguna iniciativa novedosa del PP y el PSOE en el tema de la ilegalización de Batasuna. En el Congreso no va a cambiar el eje PP-PSOE. A Zapatero le viene bien no desmarcarse del PP, se está demostrando en las encuestas. Veo un panorama revuelto, turbulento y con picos. Y hay un intento manifiesto del PP de utilizar el tema vasco como quitamanchas contra los problemas económicos. Mientras tanto, ETA, que está absolutamente enloquecida, va a ir a por todos, y a por la Ertzaintza también'.

El significado del verbo ganar

En las agendas del PP y del PSOE hay una fecha que resalta sobre cualquier otra: el 25 de mayo de 2003, día de las elecciones municipales y autonómicas. 'Si el PP pierde las municipales, Aznar nombrará candidato a la presidencia a la semana siguiente', señala Jesús Caldera, número dos del PSOE. ¿Pero qué significa ganar las municipales para los socialistas? Caldera reconoce que esa noche cada partido hará una lectura de los comicios que nada tendrá que ver con la del rival. No obstante, arriesga una respuesta: 'Si en Madrid ganamos o quedamos muy cerca de la alcaldía, o si les sacamos en los ayuntamientos medio millón de votos al PP, cosa que veo muy factible, eso será para nosotros una gran victoria. Y les trastocaremos la agenda'. 'Al PSOE le ha afectado mucho nuestra operación con Alberto Ruiz-Gallardón en Madrid. Saben que no tienen opción ninguna', señala un dirigente del PP. 'Pero de todas formas', añade el citado responsable, 'no vamos a convertir las municipales en una prueba de fuego. Los socialistas tuvieron un resultado esperanzador en las municipales de 1999 [37.000 votos menos que el PP], pero en las generales del año siguiente nosotros sacamos mayoría absoluta'.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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