'Al poder se le fue Internet de las manos'
Pregunta. ¿Usted es un cura de la red?
Respuesta. La red no es una religión, sino un entorno de ciudadanía. Es un espacio en el que tenemos que construir la ciudadanía en la democracia.
P. ¿Es un ciudadano abducido por la nueva economía?
R. Eso sí. De hecho a raíz de unos comentarios en un debate televisivo me llamó el director de nuevos proyectos de Beta Capital para que les explicase la idea y en 24 horas llegamos a un acuerdo con seis patrocinadores y creamos en Valencia un proceso llamado First Tuesday, que es un mercado global de iniciativas empresariales.
P. ¿Valencia da de sí en ese sentido?
R. Tuvimos que convencer a los fundadores en Londres de que aquí había masa crítica en la economía para hacerlo. Hasta entonces sólo se hacía en las capitales de los estados o en ciudades del tamaño de Londres. La explosión de Internet colocaba sobre el tablero unas posibilidades que antes no existían. Surgían unos fenómenos que ponían boca abajo todas las reglas anteriores del comercio mundial.
P. Pero esa expectativa se sobredimensionó.
R. Los dueños de todo pensaron que, si eran dueños de los edificios y de las petroleras, también podían ser dueños de la red. Dijeron que había que invertir todo sobre la nueva economía, generaron una corriente de dinero hacia ahí y se creó la burbuja de las puntocom.
P. ¿Qué resultados logró el First Tuesday?
R. Nosotros hemos reunido a inversores valencianos con capacidad de poner dinero en proyectos de nuevas tecnologías. Los hemos puesto frente a frente con la gente que conoce la cosas nuevas de Internet. Hemos conseguido que en Valencia haya 500 personas alrededor de ese fenómeno.
P. ¿Se pueden cuantificar los negocios hechos?
R. Nadie quiere hablar de dinero, pero de ahí se montó una incubadora de empresas, Sodawave, y ha habido grandes empresas valencianas, como Lladró y Colortex que decidieron arriesgar parte de sus beneficios buscando nuevos caminos para aplicarlos a su sector. De 100 iniciativas, había dos muy interesantes y una buena. Y hay un caso de un emprendedor, Jorge Mata, que en 18 meses logró que su empresa valiese 154 milones de dólares, y que ahora, tras asociarse con el grupo italiano Buongiorno, sea la primera empresa europea del sector en mensajes por móviles.
P. Pero la burbuja estalló.
R. Y ahora estamos en el otro lado del péndulo: huir de todo aquello que huela a Internet. Todavía no se sabe todo y hay que ir aprendiendo sobre la marcha. Al poder se le fue Internet de las manos. Ahora estamos en la guerra del software libre. Queremos pasar del copyright al copyfree. Hay que aprender mucho más, porque todas la previsiones económicas y de análisis que se han hecho están fracasando. Pero la tecnología sigue avanzando y nadie tiene la verdad en esto.
P. ¿Se acabó el First Tuesday en Valencia?
R. Las reuniones públicas no se convocan, pero la gente sigue enviando sus proyectos y se les pone en contacto con los inversores. Hay gente que está trabajando bien, como Brainstorm. Son empresas que no contaminan ni hacen ruidos, por lo que pueden estar en el entorno urbano, y con la conexión al ancho de banda pueden tener el centro de desarrollo en Valencia o en Alicante y el departamento comercial en California. Valencia es una de las ciudades más cableadas de España y ofrece grandes expectativas en ese sentido. Ahora para conectar con Boston ya no es necesario pasar por Madrid.
EN DOS TRAZOS
>Adolfo Plasencia (Bugarra, 1956) considera que la Comunidad Valenciana es una sede de contradicciones con dos tipos de plagas: la de los especuladores del suelo, que distorsiona hasta la política, y la de los que ocupan puestos decisivos sin tener capacidad para ello. Iba para arquitecto pero se desvió hacia el diseño industrial y se le cruzó la tecnología. Encontró nichos para trabajar en la tecnología y utilizarla para crear contenidos con trabajos multimedia, en lo que lleva ya 20 años. Es impulsor en Valencia del mercado global de iniciativas empresariales First Tuesday y otros eventos relacionados con el comercio electrónico. Y no para.
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