El Supremo prohíbe una línea marítima entre Alicante y Marruecos

El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso contencioso-administrativo presentado por la naviera Cenargo, de capital británico, que pretendía establecer una línea marítima de pasajeros y carga entre Alicante y Nador (Marruecos), según establece una sentencia del alto tribunal. La empresa pretendía poner en marcha la línea debido a que el puerto alicantino dispone de la infraestructura necesaria para este servicio y aduana de control de pasajeros.

Cenargo informó en junio de 1993 a la Secretaría General para los Servicios de Transportes del Ministerio de Obras Públicas de la llegada a Alicante del transbordador Scirocco para iniciar el servicio con Nador. A los pocos días, la Autoridad Portuaria de Alicante denegó el atraque a este buque. La empresa recurrió la decisión de las autoridades portuarias en virtud del Tratado de la Comunidad Europea y del Reglamento sobre la libertad de creación de empresas en el territorio de la UE en los países asociados.

El Tribunal Supremo considera que la empresa dispone, gracias a los acuerdos europeos, de una libertad de establecimiento, aunque reconoce ciertas limitaciones. Entre ellas, establece la obligatoriedad de España de velar por la seguridad de la frontera de la Unión con respecto a la sensible frontera del sur.

No obstante, Armando Guillén, gerente de Cenargo, explicó que los argumentos de la Administración 'no fueron y no son convincentes; nos llegaron a indicar que Alicante no disponía de frontera y aduana para el control de pasajeros, cuando todos sabemos que de esta ciudad hay un enlace con Argelia'. A su juicio, es la primera vez que se establece una frontera específica para un país: 'vale para Argelia, pero no para Marruecos'.

La sentencia justifica la prohibición de crear la línea por 'las exigencias imperativas del control de las fronteras españolas, que legitiman la necesidad de someter a un cierto control, también inicial, el establecimiento de una línea regular de navegación que pretenda desembarcar en España con una frecuencia periódica determinada, y precisamente, en un puerto hasta entonces no habilitado'. Cenargo ha planteado una queja a la Audiencia Nacional y trabaja en la confección de un recurso ante el Tribunal de Luxembugo. La naviera instaló finalmente la línea en Almería, 'donde sí nos nos autorizaron pese a que en su puerto no había frontera'.