'Nunca he sido un 'agrandado'
José Antonio García Calvo (Madrid, 1975), brazo y tobillos tatuados con indescifrables caracteres orientales, ha tenido un agridulce comienzo de curso. Primero, la buena noticia, la llamada de Iñaki Sáez, el luminoso cartel de sucesor de Hierro. Luego, la mala, su repentina suplencia en el Atlético en su retorno a Primera, perderse el debú en el Camp Nou, un mensaje de Luis Aragonés que tampoco alcanza a descifrar. El central, en todo caso, está tranquilo.
Pregunta. Del césped al banco.
Respuesta. Son cosas del fútbol. En una plantilla somos 25 jugadores. El entrenador puede contar con quien estime oportuno. Esto es así y hay que aceptarlo.
P. ¿Existe una relación directa entre su llamada a la selección y su suplencia en el Atlético? ¿No volvió de Hungría agrandado?
R. Qué va. Todo lo que he conseguido ha sido a base de trabajo. Nunca he sido un agrandado y mucho menos lo voy a ser ahora. Sería un necio, muy poco inteligente. Yo siempre me he portado de la misma manera.
P. ¿El aviso de Luis ha sido para que no se agrande?
R. Eso son cosas que valora el entrenador. Él puede creer que hay otra gente que puede hacerlo mejor en un momento dado y hay que respetarlo.
P. ¿Le dio explicaciones?
R. No. Y tampoco tiene necesidad de dármelas. Ni me las da cuando juego ni cuando no.
P. El año pasado le tocó a Torres. Luis se lo hizo pasar mal para que aprendiera. ¿Su turno?
R. No. Yo tengo 27 años y ya he jugado muchísimos partidos en Primera. No es mi caso. Pero, la verdad, tampoco hay que darle más importancia de la que tiene.
P. Hay quien ha visto roces entre Luis y usted.
R. Es la mayor mentira que he oído. Sólo pasó que, en un entrenamiento, un balón salió fuera y yo me quedé parado aunque los demás siguieron. El míster gritó: 'Aquí el que pita soy yo'. Y yo dije: 'Vale, perfecto'. Eso es todo. No me pueden tirar mierda cuando no he dado que hablar en mi vida. Y todo porque no he jugado un partido... Pero si el que menos importancia le doy soy yo, carajo.
P. ¿Le convenció la prueba de jugar de lateral derecho?
R. Ya jugué la campaña pasado ahí en un par de partidos y me salieron bien las cosas. Lo que pasa es que no es mi sitio. No he jugado habitualmente ahí. He jugado de central, que es donde me encuentro más a gusto. Y no voy a poder cambiarlo. Pero yo estoy para lo que me digan. Para obedecer al entrenador.
P. ¿Se ve el sucesor de Hierro?
R. Serlo es complicado. Es un jugador que ha marcado una época en los últimos 15 años y es difícilmente sustituible. Además, tiene características diferentes a las mías. Yo sólo puedo ayudar al entrenador, a mis compañeros, a intentar hacer grupo y jugar.
P. ¿Sus puntos fuertes?
R. La agresivididad. No sé..., diálogo en el campo. Que me definan otros.
P. Vale. Bien tácticamente, anticipación y difícil de desbordar en el uno contra uno. Pero le falta salida del balón, precisión en los pases largos.
R. Tal vez. Pero tampoco tengo tan mala salida. Lo importante es saber lo que uno es capaz de hacer, no intentar hacer cosas que no sabes porque entonces la vas a cagar.
P. ¿Le costó irse del Madrid?
R. Eres joven, la primera vez que sales de casa... Cuesta un poco. Pero enseguida vi que no todo acababa en Madrid. Si estoy ahora aquí es por la continuidad que me dieron en el Valladolid. La etapa en el Madrid ya está muy lejana y no la quiero recordar.
P. ¿Con Fernando Sanz , que le cerraba las puertas, cómo se lleva?
R. Bien, bien. Yo me suelo llevar bien con todos. Esto es fútbol. Cada uno que piense lo que quiera, pero dejar el Madrid ha sido la mejor decisión que he tomado.
P. Una frase muy del Atleti.
R. El trato del club, de la afición, es ejemplar. Salir al terreno y parecer que llevo jugando allí toda la vida cala. Me siento identificado. No me quieren como a Torres, que se ha criado allí y tiene mucho tirón, pero me siento bien tratado.
P. ¿En quién se fijó para hacerse un buen central?
R. En Hierro, en Alkorta. Ahora, en Ayala. Me fijaba mucho en Solozábal. Transmitía mucha seguridad. Vas cogiendo cosas de muchos. Es bueno ver fútbol y fijarte en esos detalles.
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