El juez ve indicios de homicidio en un accidente laboral ocurrido en Sevilla

El titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Alberto del Águila Alarcón, ha culminado la instrucción de la causa abierta tras el derrumbe el pasado 9 de febrero del 2001 de una nave en la que murieron tres trabajadores, y ha considerado que los hechos que presuntamente se imputan a seis técnicos -tres arquitectos, dos aparejadores y el encargado de la obra- pueden constituir delitos de homicidio por imprudencia grave y lesiones, que el Código Penal castiga con penas de hasta cuatro años de cárcel, informa Europa Press.

El auto del juez ordena que continúe el proceso contra los seis técnicos imputados y lo argumenta principalmente en el informe pericial del arquitecto Rafael González Charlo, quien enumeró hasta diez causas que motivaron el colapso de la nave ubicada en el complejo multifuncional de servicios Alcalá 10.

Este informe pericial citaba entre las causas del siniestro la geometría de las piezas prefabricadas y los añadidos metálicos que se habían hecho sobre dos pilares para alcanzar una mayor altura, calificando el método de montaje de 'erróneo, incorrecto, defectuoso e incluso temerario'.

El juez Alberto del Aguila entiende que existe 'motivos suficientes' para atribuir presuntamente la comisión de los delitos a los arquitectos autores del proyecto, Jesús V. O. y Lamberto R. C.; al arquitecto director de la obra, A. F. O. J.; a los aparejadores Antonio G. L. y Ramón A. R.; y al encargado de la obra Manuel M. O.

El auto precisa que a través de las declaraciones de testigos y de los propios imputados se desprende que 'todos y cada uno de ellos tuvieron previo conocimiento del problema de horizontalidad que había surgido, así como de los que se derivaban del mismo y que a la postre fue lo que originó el derrumbe de la edificación'.

El auto considera igualmente relevante a los efectos de determinar la presunta participación activa u omisiva en los hechos la declaración del padre de una de las víctimas, J. M. R. G., quien, según los imputados dirigía la ejecución de la obra y quien supuestamente dio la solución de recrecer los pilares pese a que su cualificación profesional era la de peón.

A lo largo de la instrucción de la causa se ha producido un cruce de responsabilidades entre los trabajadores de la empresa concesionaria de las obras, Martín Casillas S.L., y Soluciones Técnicas (Sotec), dedicada a la fabricación y montaje de planchas de hormigón.

El accidente se produjo el 9 de febrero del 2001 cuando se estaba procediendo precisamente al montaje de una placa en el techo de la nave y una de las vigas cedió, provocando la muerte de tres trabajadores J. M. R. G., J. G. O., y F. J. G. M. y heridas a un cuarto F. A. C.

Siniestro mortal en Loja

Los accidentes laborales continúan. Ayer, un empleado de una cantera de áridos de Loja (Granada), situada en el paraje de la Mojonera, murió tras perder un brazo cuando trataba de reparar un mecanismo de triturado, informaron fuentes de la Guardia Civil.