El Tau llegó primero a 'Eldorado'

Argentina es una mina. Ahora todo el mundo lo sabe, y más después de la deslumbrante exhibición de su selección ante Estados Unidos. Pero en el Tau lo saben hace más de una década. Fue el primer club extranjero que escarbó en aquel mercado, y no se puede decir que le haya dado mal resultado. Este año ha ganado la Liga ACB y la Copa del Rey con cinco jugadores argentinos. Todos ellos defienden en Indianápolis los colores de su selección: Scola, Nocioni, Oberto, Sconochini y Gabriel Fernández. Los dos primeros seguirán en el equipo; Oberto ha fichado por el Pamesa y Fernández por el Fórum. Sconochini no seguirá en España, sino que vuelve a Italia, a Milán. Otros jugadores albicelestes también tienen alguna relación con España: Pepe Sánchez ha firmado con el Lucentum de Alicante (aunque lo quiere el Detroit Pistons), Montecchia jugará en el Pamesa y Victoriano ha vuelto al Real Madrid.

La génesis de la relación entre el Baskonia y Argentina está en el secretario técnico del club vitoriano, Alfredo Salazar, y en León Najnudel, entrenador del CAI en la campaña 1983-84 e inventor del baloncesto moderno en aquel país, fallecido hace cuatro años. Éste recomendó en 1989 el fichaje de un jovencito de 18 años llamado Marcelo Nicola. El jugador, nacionalizado español y ahora compañero de Garbajosa en el Benetton, dio un resultado excepcional. Desde entonces, han desfilado varios argentinos por Vitoria, como Espil (ahora en el oventut) o Scola, cedido en un principio al Gijón, que se convirtió en el extranjero más joven en debutar en la ACB, con 19 años. Ahora tiene pasaporte comunitario, como todos sus compañeros de selección, y es una estrella de la Liga.

Sólo Sconochini, Ginobili, y ahora el joven valor Carlos Delfino, se escaparon en su día de la influencia española y encontraron en Italia su trampolín en Europa. Ahora, Eldorado argentino está totalmente controlado por los clubes europeos. Los jugadores salen de allí cada vez más jóvenes, así que el Tau ha buscado rutas alternativas. Por ejemplo, Brasil, de donde se ha traido a Tiago Splitter, el jugador más joven de un Mundial desde Sabonis, sólo tiene 17 años, y cuyo físico recuerda a Gasol.