Corrida cinqueña

Los tres espadas de esta corrida repetían actuación en la Monumental justificadamente, ya que en su anterior actuación dejaron una favorable impresión. José Ignacio Ramos, con el primero, de desarrolladas defensas, banderilleó con Encabo en un tercio arriesgado. El consabido buen estilo estoqueador del burgalés brilló en pinchazo y una entera, escuchando un aviso cuando el toro ya había doblado. Con el cinqueño cuarto, Ramos colocó los rehiteles con desigual acierto. La contundente estocada tuvo una excelente ejecución.

Luis Miguel Encabo le hizo un lento y buen quite al segundo, aunque el lucimiento no fuese posible. Otro cinqueño en quinto lugar fue pronto a menos. La estocada, al segundo envite, fue rinconera.

Serafín Marín lanceó a la verónica vistosamente al serio burraco que hizo tercero. El último cinqueño de la corrida fue protestado por falta de fuerza. Marín intentó dar la vuelta a la tortilla, pero no acabó de conseguirlo, a pesar de su decisión y valor. Pinchazo hondo en los bajos, otro arriba y hasta seis descabellos necesitó para acabar con el toro y la corrida.