El Gobierno sólo aceptará reformar el Estatuto vasco si lo pactan los partidos

El Gobierno rechaza una reforma unilateral del Estatuto de Gernika. El ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, condicionó ayer la aceptación por el Gobierno central de la reforma del Estatuto vasco que estudia el lehendakari, Juan José Ibarretxe, al cumplimiento de tres premisas: que se haga con el consenso de todos los partidos democráticos vascos; que sus contenidos se sitúen en el marco constitucional y que se agote el actual Estatuto. En este sentido, Arenas recordó que aún quedan por negociar algunos traspasos entre los gobiernos central y vasco, como las políticas activas de empleo.

El ministro de Administraciones Públicas aclaró ayer que la política del Gobierno con relación a Euskadi pasa, en primer lugar, por la negociación de los traspasos pendientes del Estatuto de Gernika y desveló que la pasada semana el secretario de Estado de Organización Territorial, Gabriel Elorriaga, envió a la vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia una nueva carta en la que le invitaba a retomar las conversaciones sobre dichas transferencias.

Arenas reitera su disposición a negociar siete de las 37 competencias reclamadas por el Gobierno vasco, siendo las políticas activas de empleo la más importante de las negociables. Trata con ello de recuperar la iniciativa, una vez que sus relaciones con el Gobierno vasco quedaran bloqueadas tras el malestar que causó a Ibarretxe la carta que le envió a mediados de agosto, en la que le reclamaba que, antes de iniciar la negociación, el lehendakari se comprometiese a no romper con el marco jurídico vigente.

'Rectificación'

El ministro de Administraciones Públicas ve en la propuesta de reforma del Estatuto que estudia Ibarretxe una 'rectificación' de las resoluciones soberanistas que el Parlamento vasco aprobó el 12 de julio con el único respaldo de los partidos del Gobierno de Euskadi: el PNV, Eusko Alkartasuna e Izquierda Unida.

'Ibarretxe rectifica los acuerdos del 12 de julio del Parlamento vasco en los que se daba un ultimátum de dos meses para la negociación con el Estado antes de asumir competencias por su cuenta', dijo ayer Arenas en Sevilla, informa Daniel Gil.

Dichas propuestas incluían desde la asunción unilateral de competencias no cedidas por el Gobierno central hasta la celebración de una consulta al pueblo vasco. La resolución de la Cámara de Vitoria daba al Gobierno central un plazo que culmina el próximo 12 de septiembre para fijar un calendario de traspasos.

Sin embargo, el Ejecutivo de Vitoria ha optado en las últimas semanas por desechar la vía de asumir unilateralmente competencias no transferidas ante la imposibilidad de materializarla formalmente. Descartada esta posibilidad, estudia como alternativa promover una reforma del Estatuto que clarifique el alcance del autogobierno vasco y garantice con una cláusula su cumplimiento por el Ejecutivo central.

El portavoz del Gabinete de Ibarretexe, Josu Jon Imaz, confirmó ayer implícitamente esta nueva vía, adelantada por EL PAIS del domingo, en varias entrevistas publicadas en la prensa vasca: 'El futuro no pasa por la ruptura sino por un pacto de convivencia desde el Estatuto. El Gobierno vasco nunca va a apostar por incumplir el marco jurídico'.

Arenas pidió ayer una clarificación de las posiciones del Gobierno vasco sobre sus planes, ante las contradictorias declaraciones de sus miembros. Frente a Imaz, el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, de Eusko Alkartasuna, apostó ayer por la independencia del País Vasco.

El lehendakari tiene previsto precisar su propuesta de reforma en el debate de política general que se celebrará en la Cámara de Vitoria a finales de septiembre y en el vigésimotercer aniversario del referéndum del Estatuto, en octubre.

El ministro Arenas insistió ayer en que, antes de abordar la reforma del Estatuto vasco, hay que culminar su desarrollo y recordó que todos los estatutos de autonomía han sido aprobados por amplio consenso.