Un espectacular despliege no evita la fuga de un delincuente en Port Saplaya
Un centenar de agentes de la Guardia Civil y la Policía Local de la localidad valenciana de Alboraia participaron ayer en la búsqueda, que continuaba abierta a última hora de ayer, de un delincuente común buscado por homicidio, según fuentes policiales, que cuando iba a ser identificado en el apartamento en el que se encontraba, escapó y, tras un tiroteo en el que resultó herido leve un guardia civil, se escondió en un cañar, según el relato que realizó un portavoz de la policía local.
El suceso se produjo poco antes de las 14 horas en la urbanización Port Saplaya de Alboraia, y ante la posibilidad de que, según fuentes policiales, el huido fuera un miembro de ETA se organizó un amplio operativo policial en el que se movilizó un helicóptero, dos ambulancias, además de cerca de un centenar de agentes de paisano y uniformados que registraron el área donde se centró la búsqueda, a pie, en motocicletas y con perros adistrados, muchos de ellos protegidos con chalecos antibalas. Tras un análisis balístico de la munición empleada por el fugado, se descartó que fuera un terrorista, según las mismas fuentes, aunque se mantuvo un fuerte dispositivo que interrumpió la autopista A-7 en la salida de Valencia en el sentido de Barcelona, lo que produjo importantes retenciones.
El huido, al parecer de nacionalidad colombiana, se encontraba junto a una mujer y un menor y cuando fue abordado por los agentes, no ofreció resistencia. Pero en un descuido de sus vigilantes, sacó un arma y tras dispararla, escapó hacia un paraje cubierto de cañas y de espesa vegetación de casi un kilómetro de longitud que se encontraba enfangado tras las lluvias de los últimos días. En el tiroteo, un guardia civil resultó herido leve en un pie tras recibir el impacto de una bala debilitada tras rebotar en un obstáculo.
La Guardia Civil detuvo a la mujer, se hizo cargo del menor y organizó una espectacular operación en el cañaveral situado a las afueras de la urbanización que discurre de forma paralela entre la autopista y los apartamentos, y termina en una acequia en dirección a Valencia y en una zona de discotecas abandonadas en su parte norte. Tras rastrearlo durante casi cuatro horas, ante la sorprendida mirada de los veraneantes que se agolparon frente al área cerrada, un portavoz de la policía local apuntó que el fugado se encontraba 'localizado', aunque al cierre de esta edición aún no se le había podido detener.
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