Dádivas públicas para engordar el censo

Premios para los estudiantes con buenas calificaciones, pagas extras a los mayores más desfavorecidos y magros regalos de boda a los recién casados, son algunas de las fórmulas ideadas por los ayuntamietnos Torrevieja y de Guardamar del Segura, para engordar sus censos electorales, ya que el único requisito para acceder a estas dádivas públicas es estar empadronado en el municipio. La oposición critica el sistema que, a su juicio, no es más que otra modalidad de voto cautivo.

La generosidad de Ayuntamiento de Torrevieja, que preside Pedro Hernández Mateo desde hace 14 años, con los estudiantes empadronados en la localidad es amplia. El equipo de gobierno los premia en función de sus resultados académicos, sin entrar en consideraciones de carácter monetario. 'Las becas no se otorgan en función de la renta que tenga la familia porque eso perjudicaría probablemente a muchos de sus votantes -comenta José Manuel Martínez Andreu, portavoz de EU-. En lugar de eso lo que hacen es conceder una cuantía base, fijada en 300 euros por aprobar el curso, y a partir de ahí van aumentando la cantidad según las notas'.

Torrevieja premia a los estudiantes con mejores calificaciones incluidos en el padrón

Guardamar da 3.000 euros a las nuevas parejas que fijen su residencia en el pueblo

Los alumnos más afanados y perseverantes obtienen, así, grandes compensaciones. A medida que la puntuación asciende, la beca va engordando y la cuantía se multiplica si el estudiante finaliza su carrera con una excelente calificación. Aunque la oposición comparte la idea de ayudar a la comunidad educativa, discrepa sin embargo con la orientación que el gobierno municipal ha impreso en esta actividad ya que las subvenciones obvian por completo el poder adquisitivo del estudiante.

El alcalde de Guardamar del Segura, Francisco García, ha seguido los pasos de su colega Hernández Mateo y hace dos meses aprobó una moción para alentar las nuevas familias y, paralelamente, incrementar el censo electoral. La iniciativa consiste en premiar con 3.000 euros a aquellas parejas que se casen en el municipio.

El PSOE ya ha puesto el grito en el cielo por la flagrante discriminación que supone esta medida, 'de un claro tinte antisocial y en absoluto equitativa', señala Manuel Aldeguer. Al igual que en Torrevieja, el criterio para repartir los fondos públicos es tan simple que raya la ingenuidad: el cheque se entrega a todos por igual. La única obligación es que la pareja dé el sí quiero, y, por supuesto, darse de alta en el padrón.

La generosidad del Ayuntamiento de Torrevieja con su convecinos de derecho incluye episodios pintorescos. Coincidiendo con la Navidad y con las vacaciones de verano el equipo de gobierno entrega a los pensionistas una percepción de 180 euros con la que el PP cumple dos funciones infalibles: sacia su sed de caridad y se asegura la fidelidad de sus mayores. Así lo interpretan los partidos de la oposición, que ven en esta reiterada práctica una forma de comprar votos..

El modo jactancioso en que se desarrolla el acto también ha suscitado críticas enardecidas por parte de algunas formaciones políticas. El primer edil convoca a todos los aspirantes a obtener lasubvención en el salón de plenos del consistorio y ante una profusión de medios de comunicación locales hace entrega de las denominadas paguicas. Se trata de una situación que el portavoz de Esquerra Unida, José Manuel Martínez Andreu, considera 'denigrante' tanto por el 'exhibicionismo que rodea al acto' como por 'la sensación de dar limosna' que adquiere esta distribución de fondos públicos. 'Es comparable a Los Santos Inocentes', dice Martínez Andreu. 'El alcalde actúa como la marquesa. Reúne a su cortejo de lacayos para entregar la paga'.

Según EU, la impopularidad de esta fórmula es mayor por su escasa ecuanimidad. Los requisitos establecidos por el gobierno municipal para acceder a las retribuciones son tan genéricos e indulgentes que cualquier pensionista de un nivel socio económico medio tiene garantizada su paga. La única exigencia es que el aspirante posea una sola vivienda y que sus ingresos no excedan en más de uno y medio el salario mínimo interprofesional.