El camionero que llevaba a los inmigrantes muertos cambió tres veces su versión

El lunes, en Billabona, se hallaron en el interior del remolque isotermo de su camión los cadáveres de cuatro inmigrantes marroquíes y J. L, de 28 años, dio a la Ertzaintza una primera versión de los hechos que no fue capaz de mantener. Fuentes de la investigación aseguran que el camionero, ingresado en la prisión de Martutene desde el jueves, ha variado su relato en las tres declaraciones realizadas hasta el momento. Cada vez, con datos o informaciones contradictorias que apuntan a un mayor nivel de participación en el transporte que acabó con el fallecimiento de los cuatro compatriotas que viajaban de polizones. 'Parece ser que esta persona tiene más implicación de la que en principio se pensó', señalan dichas fuentes.

J. L., de nacionalidad marroquí, dijo en un primer momento que el lunes por la tarde, tras 44 horas de viaje, escuchó unos ruidos extraños en el interior del remolque. Detuvo el camión en una gasolinera de Billabona y pidió a los empleados que avisaran a la policía. Los agentes encontraron poco después al fondo del remolque frigorífico los cadáveres de cuatro hombres -luego se supo que tenían entre 23 y 28 años-, que desprendían un fuerte hedor. Habían muerto, según determinaron las autopsias, por asfixia y deshidratación, por las elevadas temperatura a la que estuvieron sometidos en un espacio cerrado herméticamente, repleto de cajas de ropa, y con muy poco oxígeno.

Precisamente, el olor a descomposición de los cadáveres restó credibilidad a su versión inicial. 'El detenido no estaba tan desinformado', apuntan fuentes de la investigación. 'Sabía no que había ruido desde hacía muchas horas'.

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Tolosa tampoco encontró creíble el testimonio del conductor del camión, que partió de Casablanca (Marruecos) el pasado sábado con destino a París. El jueves, tras cuatro horas de declaración, ordenó su ingreso en prisión preventiva sin fianza, acusado de homicidio por imprudencia grave, y no se descarta que se le impute el delito de tráfico ilegal de trabajadores extranjeros. En todo caso, la Ertzaintza continúa investigando para determinar si el trágico transporte forma parte de una red organizada para intruducir inmigrantes en la UE.

Mientras tanto, los cadáveres de los cuatro fallecidos continúan en San Sebastián. El Viceconsulado de Marruecos en Burgos aguarda a su identificación para la repatriación. Su identidad se conoce, porque en el interior del camión se encontraron documentos. Pero al cierre de esta edición los forenses no habían determinado aún con seguridad a qué cuerpo corresponde cada identidad. Las víctimas tuvieron que soportar temperaturas de hasta 80 grados en el remolque y se desnudaron para soportar mejor el calor, por lo que no tenían consigo los documentos. Además los cuerpos sufrieron un fuerte deterioro que ha impedido la identificación hasta el momento.