Malestar en IU por el plante de Madrazo en el debate sobre Batasuna

El coordinador de IU en el País Vasco, Javier Madrazo, focalizó una vez más una reunión de la dirección federal de la coalición. Pero esta vez sin acudir. Su ausencia en el cónclave donde se analizó la situación en Euskadi y se aprobó definitivamente la abstención en el pleno sobre Batasuna sentó muy mal, especialmente a quienes más le critican. El coordinador general, Gaspar Llamazares, trató de quitarle hierro al asunto y dijo que todos los dirigentes 'acatan' la decisión final.

La reunión de ayer fue mucho más calmada de lo esperado, precisamente por la ausencia del coordinador de la federación vasca. Varios dirigentes estaban preparados para echarle en cara sus últimas declaraciones, claramente antagónicas con la línea de su coordinador general, Gaspar Llamazares. Especialmente en lo que se refiere a sus críticas a las actuaciones del juez Baltasar Garzón.

La decisión de la abstención, a la que él se opone ya que propugna el 'no' a la ilegalización de Batasuna, ya estaba prácticamente tomada. Por eso, y pese a su ausencia, fue el máximo protagonista. Varios dirigentes se quejaron porque no estaba. Algunos calificaron el hecho de 'falta de respeto'. Hasta que Llamazares salió en su defensa. 'Basta ya', dijo, según varios de los presentes, cortando a una dirigente que protestaba. 'Madrazo tendrá sus motivos. Se le ha avisado sólo con 48 horas'.

Lo cierto es que el propio coordinador vasco había dado muestras de tener interés por debatir con sus compañeros su polémica postura. Y de argumentar por qué apuesta por votar no a la ilegalización en vez de abstenerse, como prefiere la mayoría de IU y se decidió ayer. El día anterior dijo que haría 'todo lo posible' por acudir. No fue suficiente. Allí estaban la mayoría de los coordinadores, pero él no.

Su ausencia sorprendió incluso al propio Llamazares, gran aval de Madrazo hasta que recientemente comenzó a llevarle la contraria. Francisco Frutos, secretario general del PCE, el más crítico con el líder de Euskadi, no entró en el asunto y dejó que las pullas las lanzaran sus seguidores. Éstos fueron muy duros a la hora de pedir que Madrazo aclare de una vez a quién debe más fidelidad, si a IU que es su organización, o al PNV, su socio de Gobierno.

A la salida, el malestar era notable. Algunos dirigentes andaluces, preocupados por la repercusión que cada declaración de Madrazo tiene en su comunidad, comentaban que se ha llegado al límite. Pero tampoco proponían una ruptura definitiva. Más bien defendían que Llamazares debe seguir en la línea de contradecir al líder vasco y dejar claro que IU no habla por boca de este último.

En la coalición han sentado muy mal los últimos datos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que le dan una bajada importante. Y muchos lo achacan a la gestión de la crisis del País Vasco, tema central de la política española en los últimos años.

Llamazares restó luego importancia a todas estas discrepancias, dijo que Madrazo 'acata' la decisión mayoritaria 'aunque no la comparta' y pasó a la defensa de su voto: 'Nos abstenemos porque repudiamos la connivencia y complacencia de Batasuna con ETA, pero a la vez creemos que no se puede involucrar al Congreso en algo que compete a los jueces, como demuestra el auto de Garzón'.

De los coordinadores presentes en la reunión, el de Navarra mostró su preferencia por el no pero aceptó la abstención. Votaron por el no los dos representantes de la Corriente Roja y la de Espacio Alternativo. Acudieron 35 personas, 15 con derecho a voto. Y el resultado fue 12 a 3.