Un niño de cuatro años muere al arder en sólo diez minutos el chalé donde vivía
Las llamas se propagaron rápidamente y arrasaron la casa de Villaviciosa en diez minutos
Sergio López Dato, un niño de cuatro años, murió ayer asfixiado en el incendio del chalé donde vivía, en la urbanización de Campodón, en Villaviciosa. Su abuela, Celia Puerto, de 55 años, resultó herida con quemaduras leves en el hombro, el brazo izquierdo y en la cabeza, según informó un portavoz de Emergencias 112. Las llamas se propagaron a gran velocidad, ya que la casa estaba recubierta de madera. Los vecinos intentaron aplacar el fuego hasta la llegada de los bomberos, pero sus esfuerzos resultaron inútiles, ya que la casa quedó arrasada en diez minutos.
El incendio se produjo a las 11.45 en el número 32 de la calle de Pedraza, en Campodón. Según relató Tomás López Puerto, el padre del niño fallecido, el pequeño estaba en la planta baja del chalé, cuando se desataron las llamas. La abuela se lo llevó arriba, a la primera planta, donde lo dejó. La mujer bajo de nuevo, cogió la manguera del jardín e intentó apagar las llamas. Sin embargo, el fuego se propagó rápidamente porque toda la estancia estaba cubierta de madera. Mientras, Sergio seguía en la parte superior del chalé.
Miguel Crespo, un pintor que estaba en el número 16 de la calle de Pedraza vio salir un denso humo, pero no le dio importancia porque pensó que se trataba de una barbacoa. Instantes después le alarmó que la densidad del humo aumentara hasta convertirse en dos columnas de color negro. Le preguntó entonces a la dueña de la casa que estaba reformando y ésta le dijo que era muy raro. 'Salí corriendo y vi a la mujer con la manguera, pero no daba abasto. La mujer no dejaba de decir que estaba dentro su nieto y otro joven de 18 años, y que tenía que entrar como fuera', señala el pintor. Al final, se comprobó que el adolescente no estaba dentro del chalé.
Otros dos hombres ayudaron a Crespo a apagar el incendio hasta que llegaron los bomberos. Las llamaradas que salían por la puerta de entrada y el calor acumulado en el chalé hacían imposible acceder a su interior. Se vivieron muchos momentos de tensión y de nervios, ya que los hombres buscaron la forma de acceder al chalé, pero el fuego era cada vez más virulento, según los testigos. 'Un chaval joven intentó entrar por la parte posterior de la casa, pero también le fue imposible, porque las llamas eran bestiales', añadió el pintor.
El humo subió a la primera planta por la escalera y asfixió al niño de cuatro años, según los bomberos. Los vecinos de la zona llamaron desde sus teléfonos a los servicios de urgencias. Al lugar acudieron cuatro dotaciones de los bomberos de la Comunidad de Madrid, pertenecientes al parque de Villaviciosa, que tardaron cinco minutos en llegar al lugar del siniestro. En ese momento, las llamas ya habían arrasado buena parte de la vivienda. La abuela, que sufría una crisis nerviosa, fue trasladada en una ambulancia a la Fundación Hospital Alcorcón, donde fue atendida de quemaduras de carácter leve en el hombro, el brazo izquierdo y el cuero cabelludo.
La muerte del niño causó una gran consternación en la calle de Pedraza, ya que en los tres chalés contiguos viven los tíos del niño fallecido. 'Sentimos una gran impotencia, porque no hemos podido salvar a Sergio por más que lo hemos intentado', señaló Carmen, una vecina del chalé arrasado.La madre del pequeño llegó a las 13.10 a la urbanización Campodón en un taxi. Nada más bajar del vehículo, la Guardia Civil y los sanitarios le comunicaron la noticia de la muerte de su hijo. La mujer, que sufrió un crisis nerviosa, empezó a chillar en medio de la calle que no podía ser y que la dejaran. Era el único hijo que tenía el matrimonio, que se había separado hace dos años. Los facultativos del Summa la atendieron en una UVI móvil de la crisis nerviosa.
El padre, Tomás López Puerto, fue avisado del suceso por dos guardias civiles en el bar donde trabaja, en el hipermercado Hipercas de Alcorcón. Los agentes le dijeron que su chalé se había incendiado y que su hijo había perecido.
'No sabemos si el incendio se ha debido a un cortocircuito o que el niño haya podido coger un mechero. Está todo por determinar', señaló el padre del pequeño. Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil recogieron muestras del chalé para intentar determinar el origen del incendio.
'Inquieto y juguetón'
'Sergio era un niño muy inquieto y muy juguetón del que siempre tenías que estar pendiente. Hace poco me lo llevé una semana de vacaciones a Santander y no me dio ningún problema', añadió el padre. Éste señaló que 'la mala suerte' le había tocado a él por haber perdido a su único hijo. Fruto de su rabia, acusó a los bomberos de no haber sabido actuar en la extinción del incendio: 'En dos minutos tenían que haber entrado en la casa y haber rescatado a mi hijo. No era tan difícil'.
El chalé quemado cuenta con 300 metros cuadrados de superficie distribuidos en dos plantas y la bodega. Fue construido junto a otros tres idénticos hace 22 años. Desde entonces, viven en ellos cuatro hermanos (tres hombres y una mujer) con sus respectivas familias.
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