Madrazo advierte al PP de que incumplir el Estatuto no "le puede salir gratis"

Javier Madrazo, consejero de Vivienda y Asuntos Sociales y coordinador general de IU-EB, prevé un inicio del curso marcado por la tensión política, social y terrorista. En su opinión, la sociedad vasca deberá responder en la calle si el PP 'secuestra el Estatuto'. Para Madrazo, que reconoce roces con la dirección federal de IU, pero dentro de un acuerdo de fondo, 'superar el Estatuto a través de sus propios mecanismos no supone ninguna ruptura con el Estado'.

Pregunta. En menos de un mes se cumple el plazo dado por el Parlamento vasco a la Administración central para completar el Estatuto. ¿Qué va a pasar?

Respuesta. La estrategia del día después habrá que debatirla, pero no vamos a impulsar ni quiebras institucionales ni rupturas de la convivencia. Queremos apostar por dinámicas que cohesionen, por dinámicas de entendimiento institucional. Creemos más en la eficacia de la movilización social, movilizaciones masivas en favor de una ley orgánica que en otras dinámicas que pueden ser más publicitarias, pero sin resultados.

'La sociedad vasca no puede tolerar que el PP secuestre el Estatuto e impida su total desarrollo'

'Estamos obligados a romper el laberinto entre los nacionalistas excluyentes, vascos o españoles'

P. Pero esa declaración de intenciones no es muy compatible con el ultimátum de dos meses que dio el Parlamento...

R. No fue un ultimátum como tal. Fue una manera de expresar que en la medida en que el Gobierno de Aznar no complete el Estatuto se acabará una época y se abrirá otra. La sociedad vasca no puede tolerar que el PP secuestre el Estatuto, impida su total desarrollo y la exploración de sus potencialidades. No se puede tolerar, sería una burla a la sociedad vasca que tendrá que responder en la calle. El PP tiene que saber que ese camino de incumplimiento de la ley no le va a salir gratis.

P. ¿Y si el Gobierno central responde con mayor firmeza a la del vasco?

R. Ahora ya gestionamos servicios que Madrid no quiere transferir, con un coste adicional para los vascos. En esa línea hay que seguir, gestionando y asumiendo nuevas competencias en beneficio de la sociedad.

P. Además, el lehendakari tendría las manos libres para superar el Estatuto....

R. El propio Estatuto contiene potencialidades para explorar nuevos caminos, para ampliar el consenso iniciado hace 23 años. Eso no es ruptura con el texto de Gernika, sino profundizar en lo que son potencialidades del propio Estatuto que prevé su propia superación en términos de profundización. Tampoco supone ninguna quiebra con el Estado, sino avance de los consensos. Hay que reconocer que ha habido gente que no se ha sentido implicada en el propio Estatuto.

P. Pero también hay otra que perderá esa implicación fuera de él.

R. El esfuerzo y el reto de la política en Euskadi es el de ampliar el consenso, no reducirlo, es cierto. No podemos apostar por dinámicas de reducción; ése no sería un camino válido. Nosotros proponemos superarlo hacia un federalismo de libre adhesión . No vemos otro horizonte frente a la vía de la independencia o la del centralismo exuberante del PP y PSOE. Creemos en la capacidad de decisión de la sociedad vasca y en un proyecto común con el resto de los pueblos de España.

P. Es decir, sostiene que superar el Estatuto no supone ninguna quiebra ni con el Estado ni con la sociedad.

R. Eso es. Tenemos que hacerlo sin quiebra social.

P. ¿Ese esquema lo comparte IU en el resto de España?

R. Hay una coincidencia profunda de proyectos, de diagnóstico de la situación y de vías de solución al conflicto vasco, aunque eso no significa que en determinadas coyunturas no haya discrepancias. Es normal que los acentos sean diferentes, pero estamos cómodos en este proyecto desde nuestra soberanía para hacer política en Euskadi. El sector más crítico es minoritario.

P. Gaspar Llamazares respondió a Aznar en el último debate sobre el estado de la nación que IU descartaba aventuras independentistas y también cruzadas centralistas.

R. Efectivamente, no son nuestros proyectos. Estamos frente a los nacionalistas excluyentes, vascos o españoles. Pero estamos obligados a romper ese laberinto sin salida entre unos y otros a través de la integración de ambos, porque la solución no va a llegar en términos de victoria.

P. ¿Cuando sugiere que no se puede hacer desaparecer a ningún nacionalismo se refiere a Batasuna?

R. Hablo en genérico, como espacio político, sin nombre

P. Pero en cierta manera coloca a Batasuna y al PP en el mismo plano.

R. No. Critico al nacionalismo excluyente de Batasuna porque sigue justificando los crímenes de ETA, y al del PP porque apuesta por vías unilaterales y no por vías de consenso respecto a los problemas de la sociedad vasca. Y eso lo hace porque le resulta rentable para sus intereses electorales.

P. ¿El voto en contra de la ilegalización de Batasuna encaja con esa filosofía integradora de la que habla?

R. Sí claro, pero no es solidaridad con Batasuna, sino defensa de las libertades de asociación y de expresión. Nos hemos opuesto a la Ley de Partidos y votaremos en contra porque también creemos que es una medida que va a dar oxígeno a ETA, obstaculizar su reconversión y crear más tensión.

P. Es decir, que al igual que el PNV prevé un recrudecimiento de la actividad terrorista.

R. ETA funciona al margen de la lógica política, es una maquinaria preparada para matar. En Santa Pola ha actuado a sabiendas de que iba a suponer la ilegalización de Batasuna. Claramente ETA se alinea con los partidarios de la ilegalización.

P. En el caso del voto contrario a la ilegalización también hay un cierto roce con Madrid.

R. Lo decía antes. Habiendo una coincidencia de fondo podemos tener posturas diferentes desde nuestra propia soberanía para tomar una postura determinada. Hay discrepancia en el voto, pero hay un acuerdo amplio en el fondo.

P. Gaspar Llamazares y usted se reunieron discretamente en Bilbao hace algunas semanas, ¿Fue para pactar esas discrepancias?

R. Algunos lo han querido interpretar de esa manera, pero es una interpretación malévola.Tenemos una relación muy estrecha con la dirección federal, nos sentimos muy cómodos, hay una relación muy fluida.

P. ¿Qué espera del lehendakari para el nuevo curso político?

R. Espero que Ibarretxe haga un discurso en clave de soluciones y de buscar las vías de entendimiento en la sociedad vasca frente a quienes buscan el tensionamiento. La clave es apostar por el diálogo entre nacionalistas y no nacionalistas como los acuerdos de Eudel y la Mesa de Arkaute. Ésa es la vía muy a pesar del PP.

P. ¿Le molestan las críticas de que Izquierda Unida en Euskadi se está difuminando desde el Pacto de Lizarra en un proyecto nacionalista?

R. Eso es falso. La respuesta es un no rotundo; ese tipo de apreciaciones son falsas. Además, la mejor respuesta a esa pregunta son los resultados electorales que nos avalan.