El Athletic y la Roma sólo exhiben músculo
El Athletic y el Roma, cosas de la pretemporada, se aplicaron anoche, en San Mamés, en demostrar que en su reconstrucción veraniega el apartado muscular va por muy buen camino. Su actitud tiene su lógica en los planteamientos modernos del fútbol: el que no corre no llega a nada. Así que ambos equipos se asfixiaron el uno al otro, convirtieron la caza del espacio en una cuestión fundamental y dejaron el resto de los aspectos del juego para otro día.
El sudor condimenta el verano y suple, en el caso del fútbol, la descoordinación propia de las probaturas. La pretemporada del Athletic había mostrado serios problemas ofensivos en el cuadro de Jupp Heynckes, aliviado, sin embargo, por la seriedad de su nueva zaga, en el que el ex madridista Karanka trata de poner orden mientras serena el aprendizaje de los jóvenes Murillo, César y Del Horno.
ATHLETIC 1| ROMA 1
Athletic: Lafuente; César, Murillo, Karanka, Del Horno; Orbaiz, Gurpegi (Ó. Vales, m. 85); Etxeberria (Arriaga, m. 12), Guerrero, Javi González (Larrazabal, m. 90); y Urzaiz (Aduritz, m. 88). Roma: Antonioli; Cafú (Sartor, m. 50), Panucci (Dellas, m. 46), Samuel, Zebina, Candela; Emerson (Guardiola, m. 46), Lima, Tommasi; Cassano y Batistuta (Tomic, m. 82). Goles: 1-0. M. 14. Guerrero volea desde fuera del área un balón rechazado por Panucci y lo cuela a la izquierda de Antonioli. 1-1. M. 32. Batistuta bate a Lafuente con un disparo raso desde fuera del área que entra pegado al palo derecho. Árbitro: Pérez Lasa. Amonestó a Cafú, Guardiola, Sartor y expulsó, por doble amonestación, a Zebina (m. 75). Unos 25.OOO espectadores en San Mamés en partido de homenaje al socio.
La visita del Roma no afeó la imagen defensiva del Athletic, una línea que carece de proyección ofensiva. Tanto Del Horno como César contemplan sus respectivas bandas como túneles sin salida, lo que concede a Orbaiz, ayer el organizador del juego rojiblanco, demasiadas responsabilidades. El navarro las pasó canutas para conectar con sus compañeros, siempre acosados por un rival.
El cuadro de Fabio Capello tampoco supo cómo esquivar el físico del Athletic, lo que trabó la cita reduciéndola a un par de espejismos, como los goles de Guerrero y Batistuta: dos disparos inopinados desde fuera del área.
La entrada de Guardiola, en la segunda mitad, relajó el juego y concedió más balón al Roma. El lance perdió nervio, pero no ganó precisión: la pelota se trasladaba trabajosamente por todo el campo para quedarse a unos metros de cualquiera de las dos áreas. Las jugadas parecían nudos complicados, pero fácilmente desmontables.
La grada sólo pudo aplaudir el desparpajo de los jugadores del filial a prueba con el primer equipo: Arriaga y Gurpegi. También agradeció la rabia de Guerrero, un viejo conocido con pinta de desconocido estas últimas temporadas. El capitán estuvo a tono con el partido: casi siempre tuvo más ganas que acierto.
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