Vigo

Obras y turistas

Este verano coinciden dos obras en el centro de la ciudad -construcción de un parking en la calle Urzaiz y remodelación del túnel de Beiramar- y las calles se congestionan, vehículos pesados incluidos. El Ayuntamiento echa la culpa mayor al despiste e ignorancia de los turistas, y los hosteleros ponen el grito en el cielo. Los sucesivos hombres del tiempo trazan sobre el mapa augurios de inestabilidad, los hoteles no cubren las previsiones y vienen menos turistas.

Playas y el Museo del Mar

En las playas se nota también ese absentismo de turistas con respecto a veranos anteriores. No quiere decirse que estén vacías; la de Samil, la más urbana y urbanizada, es un hervidero de gente. Al otro lado de la ría, sin embargo, en el Morrazo, apenas hay bañistas durante la mayor parte del día. Claro que son muchas playas, a un lado y a otro, y nunca se vieron todas llenas.

La estrella de este verano en Vigo es el Museo del Mar de Galicia (986 24 77 67), en la parroquia de Alcabre, a pie de ría. Es la única obra de Aldo Rossi en España, sabiamente rematada por César Portela, y desde que abrió, hace casi un mes, tiene lleno diario de visitas. El edificio, remodelación de un antiguo matadero, lo merece. Y la exposición inaugural: Vigo, 1702: Arde o mar, sobre la histórica batalla naval de Rande que dio pábulo al mito más legendario de tesoros sumergidos.

Parques forestales

Todo el contorno del municipio está sembrado de parques forestales, con flora y cocina autóctonas, barbacoas, mesas de granito y, por lo común, estupendas vistas sobre la ría.