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Reportaje:CULTURA Y ESPECTÁCULOS

HUELVA REPARA UNA INJUSTICIA CON MARSILLACH

Festival de Teatro de Niebla rinde tributo al dramaturgo. En una mesa redonda quedó ayer de relieve su voluntad de ir a contracorriente y su entrega apasionada al teatro.

El Festival de Teatro del Castillo de Niebla (Huelva) rinde homenaje a Adolfo Marsillach (1925-2002), hombre de teatro total, como lo definieron unos y otros.

Hoy miércoles se representa la obra Clásicos a pedir de boca, con textos sobre gastronomía de Cervantes, Shakespeare o Fernando de Rojas, que se estrenó en julio de 2001 en Almagro como homenaje a Marsillach. Y ayer, en una mesa redonda, las actrices Mercedes Lezcano (viuda de Marsillach), María Fernanda de Ocón, el actor Agustín González y el crítico teatral José Monleón recordaron, a veces con lágrimas en los ojos, al autor de Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?

Mercedes Lezcano recordó la tendencia de Adolfo Marsillach a nadar permanentemente a contracorriente y encasillarse entre los perdedores. 'Él fue un ganador, un hombre de éxito, pero eso no le impidió ir siempre en la dirección opuesta, a contracorriente, lo que le granjeó numerosos enemigos', dijo.

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José Monleón también incidió en el perfil de hombre de éxito de Marsillach. 'Aunque quizá no fue lo suficientemente reconocido por el valor histórico que ha tenido su obra, en ciertos lugares como Huelva ha surgido ahora la necesidad de reparar esa injusticia. Más vale tarde que nunca', dijo. Monleón, director de la histórica revista teatral Primer Acto, afirmó que en septiembre se estrenará el espectáculo titulado La España de Marsillach, con texto de Mercedes Lezcano, en el Festival de Teatro de Madrid Sur.

Y Agustín González terminó entre lágrimas su alocución. 'En la década de los setenta estuve a punto de abrir un bar de copas con Marsillach. Él me propuso la idea. Lo conocí en 1954, cuando trabajamos en Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre. Había entonces una fascinación por el teatro en los actores, y también entre el público. Los intérpretes tenían una dedicación, una entrega que no creo que tengan las últimas generaciones', afirmó González.

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