Fin de la polémica

El pasado 3 de agosto, María Luisa Sánchez Etxeberria, miembro de la presidencia de IU-EB de Guipúzcoa, contestaba a una carta dirigida por mí a los medios de comunicación sobre el canon de la autopista A-8.

No sé muy bien a qué viene el tono de su respuesta. Evidentemente, sigo creyendo que IU no se entera de lo que sucede en la política guipuzcoana, y mucho menos de lo que sucede en la Diputación Foral.

Habla usted de acuerdos secretos del grupo juntero socialista con el Gobierno foral. De secretos, nada; pues fueron puestos encima de la mesa en la Comisión de Transportes y Carreteras de las Juntas Generales. Como ustedes no tienen representación en dichas Juntas Generales, entiendo que no se enteren de nada; pero también estos acuerdos fueron explicados tanto por PSE-EE como por el diputado general en los medios de comunicación.

Habla de que el PSE-EE empieza a preocuparse de las políticas sociales. ¿Empieza ahora? No, señora, desde siempre, desde la fundación del partido socialista, y en este caso, desde el inicio de la democracia en nuestro país. Ahí están también los resultados electorales, y ahí también están los resultados obtenidos elección tras elección antes por el PCE y ahora por IU.

Además, debo decirle que no sabe muy bien con quién habla ni de quién. Ni he estado ni estaré, ni yo ni mi partido, bajo las órdenes de Aznar ni de Mayor Oreja, ni practicamos ni practicaremos el pensamiento único ni totalitario, pues nunca he sido ni fascista ni comunista. Usted, igual, ha compartido alguna de esas ideologías.

No somos nacionalistas, ni de Perejil ni de nada; pero no me negará que IU de Euskadi está en un Gobierno nacionalista, y, además, asumiendo todos los planteamientos más radicales del nacionalismo democrático.

Para finalizar, no pienso entrar más en discusiones con usted, pues no creo que sea mi trabajo el hacerla famosa.