Indiferencia

La posibilidad de que la Reserva Federal bajara ayer los tipos de interés perdió fuerza como argumento a medida que avanzaba esta última sesión, en la que otra vez destacaba el bajo nivel del negocio.

Los mínimos anuales de contratación de los dos ejercicios anteriores se consiguieron en la segunda quincena de agosto, con lo que este año se ha adelantado unos días el calendario como consecuencia de la crisis de confianza que sufren los inversores. Ayer se negociaron en el Mercado Continuo 920,48 millones de euros, la tercera cifra más baja de este año y, también, la tercera ocasión en que no se alcanzan los 1.000 millones de euros.

La jornada fue más tranquila que la del día anterior debido a algunas tomas de posiciones en los valores bancarios,lo que sirvió para plantear algunas cuestiones como la de si se trataba de una reacción en toda regla o de un simple rebote de la cotización. Las acciones del Banco SCH subieron el 1,58% y las del BBVA el 2,49%, mientras que Telefónica se quedó fuera de este movimiento tras presentar resultados su filial argentina.

La publicación del IPC español correspondiente al mes de julio, ajustado a las previsiones, tampoco consiguió centrar la atención de unos inversores poco dados a las valoraciones puntuales debido a la gran volatilidad del entorno.

En Estados Unidos se hizo público el dato de ventas al por menor de julio, con un avance del 1,2%, inferior al de junio, pero suficiente para calmar a los mercados. En el momento del cierre de los mercados europeos la Bolsa de Nueva York ganaba el 0,42%, lo que favoreció un final de jornada tranquilo a la espera de lo que después decidiera la Reserva Federal. El Ibex 35 subió el 0,81% y el índice general de Madrid el 0,79%, mientras que París ganó el 0,77%, Londres el 1,08% y Francfort el 0,36%, con datos previos al cierre.