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Amenábar descubre las sombras de "Los Otros"

Los otros ha sido un cruce de fuerzas'. Así definía ayer Alejandro Amenábar lo que ha sido su película más trabajada, más intensa y más satisfactoria en cuanto a resultados. Y lo hacía delante de los cerca de 150 alumnos y curiosos que le escuchaban en el Paraninfo de la Magdalena de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde el director español impartió la primera clase de su Taller de cine.

Amenábar se presentó a tumba abierta y sin secretos. Cargaba con una cartera llena de sorpresas nunca contadas y las fue sacando, para asombro de todos, como un mago que descubre a su conejo debajo de la chistera. Mostró siete escenas eliminadas del montaje final; anotaciones y comentarios críticos al guión que él había escrito en un mes y que iban añadiéndose después en papeles verdes, amarillos, rosas y azules; los miedos recuperados de su experiencia en un internado de los Escolapios; informes de los test screanings (pases previos ante público) que se llevaron a cabo entre 500 personas de Los Ángeles; un cuaderno con 66 sugerencias que le hizo Tom Cruise, productor asociado, para quitar o meter; confesó la capacidad de seducción que posee Nicole Kidman, a quien él ni siquiera había considerado para el papel.

Amenábar recordó cómo Kidman se negó a rodar una escena en la que pegaba a sus hijos, cómo tampoco rodó otra porque le parecía 'una horterada' y sus tiras y aflojas con Cruise por una escena que no le gustaba al actor y productor. Amenábar logró, por ejemplo, evitar que el reparto fuera todo de estrellas y rechazó la propuesta de contratar a Gregory Peck y Johnny Depp para dos de los papeles secundarios del filme.

Toda una lección de lo que es el tenso proceso creativo en una producción como Los otros, que costó 3.500 millones de pesetas, consiguió ocho goyas y dio lugar a discusiones por, dijo, 'no poner en peligro la dignidad como creador'. Amenábar ha hecho grandes amigos con esta película. La primera, Nicole Kidman, con quien ha rodado los anuncios de la próxima temporada otoño invierno de unos grandes almacenes. 'Fue una decisión conjunta. Para mí ha sido una experiencia muy interesante porque es la primera vez que trabajo con un equipo americano', afirma. Aceptó la propuesta porque era la 'excusa perfecta' para reencontrarse con la protagonista de Los otros.

Amenábar supo lidiar con las exigencias de Hollywood. En los informes de Miramax, la compañía de los hermanos Bob y Harvey Weinstein -'unos piratas encantadores y muy simpáticos', les define el director de Tesis y Abre los ojos-, sentenciaban en alguna parte: 'Nos sorprende que Alejandro no haya incluido ninguno de los cambios sustanciales que le ha propuesto Tom. Parece que es duro de mollera'.

Puede haber una conclusión clara para que la experiencia resultara un éxito: Amenábar tenía las ideas muy claras y se mostraba también abierto. 'Creo en el diálogo para hacer una película', sentenciaba ayer mientras mostraba a todos su primer guión de Los otros.

Él se resistía a hacer fuegos artificiales tipo Hollywood: 'El misterio, tal como yo lo concibo, está en lo desconocido, detrás de las cortinas. No creo en los fantasmas que atraviesan las paredes, nunca lo he visto. Es más interesante, más elegante y más barato lo que no se ve'. Sin embargo, los socios de Hollywood pedían más ritmo, más rapidez. Fue una lucha entre lo que debe ser una película de estudios y una obra europea. Y se produjo una curiosa mezcla de las dos. 'Yo quería conservar las zonas medias de la película, donde está la chicha, pero me convencieron para cortar lo máximo posible en el montaje', afirmó.

Para muestra, un botón. Enseñó siete secuencias que se podrán ver en la versión que saldrá en DVD de la película en España. U otras cosas que se quedaron, como la escena de la chimenea, donde Grace, la madre protagonista, y el ama de llaves que interpreta Fionnula Flanagan intiman. 'Tom Cruise la quería cortar porque decía que no aportaba nada. Yo me encariñé y no me convenció. Al final, Tom se refería a ella como 'la puta escena'. Fue la semana en la que se encerraron para discutir las 66 propuestas que le hizo el actor y productor, que por la mañana rodaba Minority report a las órdenes de Steven Spielberg y por la tarde-noche reservaba energías para negociar cambios con él: 'No sé cuándo dormía, pero tenía una fuerza tremenda', dijo Amenábar.

La relación con Nicole Kidman fue inmejorable, aunque el director confesó que era una de las cosas que más le preocupaban. 'Yo pensé en Jodie Foster para el papel, en Catherine McCormack o en Emily Watson, que era mi opción favorita. Al principio, cuando me lo propusieron, creí que era algo así como Sandra Bullock. Cuando nos decidimos, yo seguía teniendo miedo. Pensaba: 'Y si esta mujer es en realidad un zopenco?' Pero no, resultó muy inteligente, muy brillante, y sus críticas siempre afectaban a la calidad artística de la película'.

Aun así, Amenábar cedió bastante. 'Nada más pisar suelo español me dijo que no haría una escena en la que ella pegaba a sus hijos, que eso la pondría el público en contra. Yo no tardé ni media hora en quitarla'. También respetó su movimiento físico. Se resentía de un accidente que le había afectado a la rodilla en el rodaje de Moulin Rouge. 'Casi todas las secuencias en las que Grace aparece andando de espaldas no es ella, es su doble'. Y tuvo que aguantar que se negara a repetir un plano en el que se apoya en la verja de la entrada de la casa: 'Me dijo que era una horterada y se negó'.

De todas formas, con una estrella en el reparto ya iba servido. 'Quisieron que Gregory Peck hiciera de jardinero y Johnny Depp de marido, pero me resistí. Para esos papeles quería actores británicos, lo tenía claro. Imaginaos, ¿se habría lavado Johnny Depp?', se preguntó.

De proyectos, nada por el momento. 'Nunca hablo de un proyecto hasta que no está acabado el guión', dijo en rueda de prensa tras las sesiones del taller. 'De todas formas, ahora me dedico a observar las cosas que pasan a mí alrededor y no tengo ninguna prisa', aseguró antes de marcharse de la ciudad.

Los secretos de Los otros seguirán desvelándose hoy y mañana en el curso que coordina la realizadora Azucena Rodríguez. Pasarán por el aula el director de fotografía, Javier Aguirresarobe, la encargada del vestuario, Sonia Grande, y los dos productores españoles que intervendrán mañana: Fernando Bovaira, de Sogecine, y José Luis Cuerda, de Producciones del Escorpión.

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