La Generalitat creará un parque tecnológico en la Universidad Laboral de Tarragona
El sector turístico, opuesto a la expansión de la industria química, está de acuerdo con el plan
El Gobierno de la Generalitat ha recuperado la idea de utilizar los terrenos de la antigua Universidad Laboral de Tarragona para poner en marcha un parque tecnológico, alternativa incluida en el borrador del plan director que regulará el crecimiento urbanístico de los sectores turístico y químico de toda la zona. Ambas industrias están enfrentadas entre sí desde hace varios años. El borrador del proyecto se negociará a partir de septiembre.
Este borrador del proyecto prevé, entre otras cosas, que el crecimiento en hectáreas de la química se potencie en el polígono norte de la Pobla de Mafumet y se limite en el polígono sur.
Las 68 hectáreas de la Universidad Laboral de Tarragona se encuentran delimitadas por la industria química y el puerto, por un lado, y el núcleo turístico de Vila-seca, por el otro, y es uno de los territorios que debe regular el plan director urbanístico de desarrollo de ambos sectores.
La Universidad Laboral es una de las zonas que los representantes turísticos ya habían reclamado que fuera zona vetada a la expansión de la química. Así lo propuso el hostelero Jaume Ferrer en su discurso de aceptación de la presidencia de la Cámara de Comercio de Tarragona, en el que también hizo alusión a la posibilidad de ubicar un parque tecnológico. El sector turístico, a juicio de fuentes próximas a los redactores del plan director, ya ha expresado su acuerdo con el borrador.
Zona logística
El sector químico, según las mismas fuentes, había propuesto habilitar parte de los terrenos de la Laboral como zona logística, donde se ubicarían los almacenes de productos inocuos o servicios complementarios a la gran industria. El presidente de la comisión técnica de la Asociación Empresarial Química de Tarragona, (AEQT), Antoni Borrell, explica que la industria pretende del Gobierno el desarrollo de un plan territorial que, 'con el máximo consenso posible', regule y garantice una zona de expansión. El polígono norte dispone de 470 hectáreas y sería un área de crecimiento natural. El polígono sur dispone de 720, la mitad de las cuales todavía está disponible.
La idea de crear un parque tecnológico en el área, recuerda el alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, no es nueva y ya era un proyecto que el equipo de gobierno había valorado hace más de ocho años. La aprobación, hace apenas dos semanas, del plan general de ordenación urbanística de Tarragona, incluye el traslado del complejo educativo de la Universidad Laboral y la delimitación del área como zona industrial pero no apta para la ubicación de grandes fábricas. La implantación, pues, de un parque tecnológico, estaría servido y únicamente pendiente de la decisión urbanística de la Generalitat.
El proyecto no puede realizarse de un año para otro: antes hay que resolver la edificación en el antiguo barrio de la Esperanza, en la zona de poniente de la ciudad, de todos los servicios necesarios para albergar a los 1.900 alumnos que reciben formación en la antigua Laboral. Su traslado fue objeto de debate durante años por la peligrosidad que suponía la cercanía de fábricas químicas. Unos 500 alumnos reciben formación y conviven en el internado del complejo.
El plan director que regulará el crecimiento de los sectores químico y turístico quedará recogido en la revisión del Plan de Seguridad Químico de Tarragona (Plaseqta) de la Generalitat y que se está finalizando. Además de incluir las normativas europeas actuales, se estudia implantar un sistema para localizar los olores inusuales que pueden ser motivo de alarma para la población.
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