Pescanova, del mar a la granja

Con unas capturas propias superiores a las 100.000 toneladas, un centenar de barcos en los caladeros más importantes del mundo y unas ventas de 150.000 toneladas, Pescanova es líder indiscutible en el sector de la pesca en España y uno de los principales grupos del mundo. Frente a los problemas que afectan actualmente al sector español de la pesca por las dificultades de la Unión Europea para suscribir acuerdos con terceros países, Pescanova se adelantó varias décadas a los acontecimientos. Gracias a los acuerdos privados con diferentes países y a través de la constitución de empresas mixtas, el grupo gallego desarrolla hoy su actividad en una veintena de los caladeros más ricos del mundo, lo que le permite pasar por encima de la crisis que afecta a otras empresas. Esta política llevó a la sociedad en el pasado a un fuerte endeudamiento, hoy controlado, que ha permitido a Pescanova pescar donde no es posible hacerlo al amparo de acuerdos comunitarios

Pescanova, que registró unas ventas de 900 millones de euros en el ultimo ejercicio, se propone facturar 1.000 millones en 2004

'El pasado año', señala su consejero delegado, Alfonso Paz-Andrade, 'ha sido un buen ejercicio para la pesca. Las capturas han sido elevadas en contra de la opinión, a veces generalizada, de que cayeron, basada, simplemente, en la no renovación de un acuerdo pesquero como el de Marruecos'.

Recompra de filiales

Pescanova ha seguido con su política de consolidación y expansión en otros países. En esta línea se enmarca la recompra, a inicios de este año del 50% de Pesca Chile, y el proyecto de realizar a corto plazo una operación similar con su filial en Namibia, Nova Nam, en la que en su día vendió la mitad de las acciones para reducir su elevado endeudamiento.

Hoy, superadas esas dificultades, el grupo no solamente recompra lo que en su día cedió a entidades financieras para lograr recursos, sino que tiene una clara apuesta por el desarrollo de la acuicultura con inversiones superiores a los sesenta millones de euros.

'La acuicultura', señala el consejero delegado de Pescanova, 'no será nunca la alternativa en España a la actividad de las flotas en el mar. Pescar en el mar es más barato y más rentable, con menos riesgos. Sin embargo, la acuicultura sí va a ser un complemento necesario a la producción por capturas en el mar, una vía para lograr un equilibrio en los recursos'.

En esta línea, Pescanova desarrolla un plan de inversiones en acuicultura, tanto en España como en terceros países, dentro de su política de diversificación.

En el exterior, las principales inversiones en acuicultura se han centrado ya en Chile y Cuba, pero se estudian también actuaciones en otros países como Namibia y Argentina o Australia. En Chile hay una producción de unas 30.000 toneladas de salmón y se espera lograr a medio plazo una producción de 50.000 toneladas.En Cuba se trabaja en el desarrollo de la cría de langosta y langostino con una producción prevista de 5.000 toneladas.

En España, la actividad en el sector de la acuicultura se centraliza en dos empresas, Acuinova e Insuiña. Acuinova es la responsable de la explotación de las granjas en Andalucía, con centros de producción en Huelva y Cádiz, para la crianza de especies como langostinos, doradas y lenguados. Por su parte, Insuiña se dedica a la expansión de la acuicultura en Galicia, donde destaca su presencia en la Ría de Vigo para la producción de lubinas, rodaballos y lenguados, con la novedad del empleo de jaulas marinas para la crianza.

Dentro de su política de diversificación, Pescanova abrió hace unos meses su primer restaurante especializado en pescado, Grumete. Tras esta iniciativa positiva, en Vigo, el grupo estudia la creación de una cadena de restaurantes, primero en Galicia y posteriormente en toda España.

Con todas estas actividades, Pescanova, que registró ventas en el último ejercicio de casi 900 millones de euros, se propone aumentar su facturación a mil millones en 2004 para consolidar su posición entre los líderes mundiales en el negocio de la pesca.