La plaza central de Jaén sufre su cuarta reforma por defectos en sólo 16 meses

La plaza de la Constitución, situada en el centro de Jaén, está siendo remodelada por cuarta vez desde que se inauguró hace ahora 16 meses tras la construcción de un aparcamiento subterráneo. Las vibraciones de los coches que quedan estacionados en el interior de la plaza han causado destrozos en el suelo que han llevado a un nuevo asfaltado, según explicó ayer el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Jaén, Miguel Segovia (PP). 'Las obras al Ayuntamiento no le cuestan un duro, porque como están saliendo defectos, la responsabilidad es de la empresa constructora. Coste cero, y si el coste es cero no sé a qué viene tanto problema', indicó ayer.

El Ayuntamiento no ha recepcionado aún las obras debido a la constante aparición de defectos de construcción que se van subsanando cada dos o tres meses. Sin embargo, el concejal no cree que haya que exigir ninguna responsabilidad. 'Si no nos cuesta dinero, qué responsabilidades vamos a pedir, sólo que se arreglen los defectos', añadió Segovia.

No es esta la última obra que la plaza necesita, ya que también se han levantado baldosas en una esquina que tendrán que ser instaladas nuevamente. 'Si pusieron materiales que no estaban bien, que pongan otros, no sé dónde hay tanto problema', insistió Segovia.

No tiene la misma opinión la oposición municipal. Tanto PSOE como Izquierda Unida han exigido que se asuman responsabilidades y centran el origen de todos los problemas en la premura con que el Ayuntamiento quiso que la plaza se inaugurase.

Entre las obras que se han tenido que hacer se encuentra la impermeabilización de la fuente central, que calaba en el aparcamiento cuando empezó a funcionar. Además, se producen filtraciones en plazas de garaje; se tuvo que rehabilitar un vial hundido y se redujeron los sistemas de ventilación del aparcamiento.

Las constantes obras han causado también quejas entre los comerciantes de la zona y las asociaciones de vecinos, que no entienden cómo una plaza que se inauguró en marzo de 2001, tiene que someterse constantemente a la apertura de zanjas o al cierre al tráfico para ser nuevamente asfaltada.

Todavía se recuerda que estuvo más de un año abierta sin que se pudiese actuar por la lentitud en la catalogación de los restos arqueológicos que se encontraron cuando abrieron para hacer el actual aparcamiento. 'Entre unas cosas y otras llevamos cinco años de obras', destacó el portavoz municipal socialista, Manuel López.