MARIVENT INTERIOR: INFANTA CON NIÑOS EN MICROAUTOMÓVIL

La infanta Cristina paseando a sus dos hijos mayores, Juan y Pablo Urdangarín, en un microautomóvil eléctrico de golf protagonizó ayer la escena familiar del día. La travesía por el interior de los jardines del complejo del palacio de Marivent, en Palma de Mallorca, fue captada al mediodía por los fotógrafos que habían entrado en el recinto para cubrir la visita al Rey del presidente del Gobierno, José María Aznar.

Ayer, día de descanso tras la semana de regatas y jornada de dolor por el atentado de ETA, por los caminos del pinar del recinto circularon en distintos vehículos Constantino de Grecia y su mujer; la infanta Elena y la reina Sofía. El helicóptero que trasladó a Aznar desde Menorca no ahuyentó a las muchas tórtolas turcas que cortejan y cantan en el bosque y que vuelan gordas y lustrosas porque roban grano en los muelles de Portopí.

El presidente llegó a Marivent a las 11.30, con media hora de retraso sobre el horario previsto. Poco más tarde posaba ante los medios de comunicación, tras ser recibido por el Rey.

El palacete de Marivent, mansión que legó Juan de Saridakis al pueblo balear para que fuera museo, fue cedido por las instituciones hace casi treinta años para uso de los entonces príncipes don Juan Carlos y doña Sofía.

El Gobierno balear y el Patrimonio Nacional han ido incrementando su trama interior a medida que la familia crecía y las exigencias de seguridad eran mayores. Marivent en verano es una pequeña ciudad secreta, repleta de policías de escolta, decenas de coches, un gran centro de transmisiones y seguridad, personal de vigilancia y servicio. Es la sede de verano de la jefatura de Estado, disimulada entre los acantilados de la bahía y la populosa calle de Joan Miró.

Dos años atrás se restauró la mansión de Son Vent y en los últimos meses dos nuevos edificios han completado las dependencias en las que habitan la familia real y sus invitados en Mallorca. Ayer, el huerto privado exhibía las tomateras esplendorosas, plantaciones de ciruelos y melocotoneros cargados de fruto, naranjos y azufaifos. Todos los árboles, con riego gota a gota. El breve jardín de bonsáis del Rey, con azebuces, higueras y pinos, sigue frondoso y fresco. La fachada de palacio queda ya oculta por una enredadera.

Los Reyes y sus hijos se dedican, además de a descansar, a practicar el deporte de la vela. La infanta Cristina ha cosechado este verano el primer triunfo deportivo para la familia real. A bordo del velero Azur de Puig, Cristina de Borbón consiguió la segunda posición en la clasificación final de la XXI edición de la Copa del Rey la semana pasada. El Azur, velero que patronea la duquesa de Palma, es un barco dotado con los últimos avances tecnológicos, después de la inversión realizada por la empresa Puig.-