El waterpolo declara la guerra a los amaños
La selección española de waterpolo perdió la final de la Liga Mundial, en Patras (Grecia), ante Rusia: 8-10. El equipo de Joan Jané sólo dominó el primer cuarto (3-2), pero acusó después los nervios tras el grave incidente del día anterior, cuando quedó eliminado pese a ganar a Grecia (9-7). El triunfo no le servía porque en el otro encuentro Rusia se dejó ganar (13-14) por Hungría para dejar a España fuera de la final y jugarla ambos conjuntos. La Federación Internacional, ante tal amaño y en una decisión histórica, dio por perdido el encuentro a estos dos equipos 'por contravenir todas las reglas del juego limpio'. Además, rebajó a la mitad sus ganancias económicas. Con ello España superó a Hungría en la clasificación del grupo y pudo disputar la final con Rusia, pero la perdió.