Unos brazos demasiado cortos

Nina Jivánevskaia no pudo siquiera subirse al podio de los 100 metros espalda, su prueba favorita, en los Campeonatos de Europa de Berlín. La nadadora española de origen ruso aspiraba al oro tras su plata en los 200, pero se quedó sin medalla. A sólo cinco centésimas de segundo del bronce, a 19 de la plata y a 21 del oro. Unos suspiros, pero suficientes. Hoy y mañana le queda la lotería de los rapidísimos 50 metros. De momento, Jivánevskaia no se ha acercado a su triple triunfo en los Europeos de Helsinki, pero no ha decepcionado como tras los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, en los Mundiales de Fukuoka. Su cuesta abajo, por falta de entrenamientos adecuados al seguir viviendo en Torremolinos, se ha frenado. El control federativo ha surtido efecto. Ayer fue cuestión de fuerza, la que le faltó en los segundos 50 metros para despegarse e hizo peor marca que en las semifinales (1m 01,61s por 1m 01,48s), pero la clave fue la longitud de los brazos, la estatura. Sus 1,70 metros frente a rivales de 1,80 o más son claves en las llegadas apretadas. Y las manos más largas llegan antes a las paredes.

La veterana alemana Sandra Volker se la jugó con una salida en tromba y pasó en cabeza los 50 metros con 29,53s, 0,01s por debajo del récord del mundo. Jivánevskaia hizo lo previsto y viró la segunda en 29,79s, a 0,25s. La alemana Antje Buschschulte, su teórica gran rival, mejor tiempo en las semifinales, fue la tercera, a 0,40s. La jovencísima rusa Stanislava Komarova, la ganadora de los 200, sólo pasó la quinta, tras la danesa Louise Ornstedt. Su estilo es espléndido y apunta como la gran campeona de la espalda del futuro, quizá comparable con la legendaria húngara Kristina Egerszegi, pero aún quedaba la duda de si el hectómetro es una distancia demasiado corta para sus posibilidades. Su segundo largo despejó las incógnitas. A falta de 20 metros, alcanzó a Volker, Nina y Buschschulte y las superó en un final apretadísimo. Nina, en una situación así, era teóricamente la menos favorecida por su complexión física, más ligera, y se confirmó en la práctica. Su disgusto fue normal, pero mayor el de Buschschulte, sólo bronce cuando se veía oro.

La actuación española, en alza, se completó con otra magnífica carrera de Olaf Wildeboer, que fue el sexto en los 200 metros libres batiendo por tercera vez el récord nacional hasta dejarlo en 1m 47,29s. Con cinco y seis años menos que los grandes, su futuro es espléndido. El gran presente es del holandés Pieter van den Hoogenband, que colocó en 1m 44,89s la plusmarca europea amenazando la mundial, del australiano Ian Thorpe.

En la misma distancia femenina se tenía que notar la plata extraordinaria del relevo y Laura Roca (sexto tiempo) y Tatiana Rouba (séptimo) se metieron en la final. Y no serán las únicas finalistas, pues también estarán Jorge Sánchez, séptimo en los 200 espalda, y Belén Doménech, octava en los 200 braza.

La otra gran prueba fueron los 50 braza masculinos, llenos de sorpresas. El ucranio Oleg Lisogor logró un supersónico récord mundial, con 27,18s, y los húngaros Mihaly Flaskay y Karoly Guettler, éste a sus 34 años, demostraron las viejas excelencias de su escuela al dejar sin podio a los dos alemanes favoritos, Mark Warnecke y Jens Kruppa.

FINALES

Hombres: 200 metros libres: 1. Van den Hoogenband (Hol.), 1m 44,89s (RE). 2. Brembilla (Ita.), 1m 46,94s. 3. Rosolino (Ita), 1m 47,98s. 6. Wildeboer, 1m 49,24s. 1.500 metros libres: 1. Prilukov (Rus.), 15m 03,88s. 2. Minotti (Ita.), 15m 04,16s. 3. Chervinskiy (Ucr.), 15m 07,65s. 50 metros braza: 1. Lisogor (Ucr.), 27,18s (RM). 2. Flaskay (Hun.), 27,51s. 3. Guettler (Hun.), 27,85s.

Mujeres: 50 metros braza: Igelstrom (Sue.), 31,17s. 2. Bondarenko (Ucr.), 31,77s. 3. Bogomazova (Rus.), 32,10s. 100 metros espalda. 1. Komarova (Rus.), 1m 01,40s. 2. Voelker (Ale.), 1m 01,42s. 3. Buschschulte (Ale.), 1m 01,56s. 4. Jivánevskaia, 1m 01,61s. 100 metros mariposa: 1. Moravcova (Eslovaq.), 57,20s. 2. Jedrejczak (Pol.), 57,97s. 3. Kammerling (Sue.), 58,94s.