Padre y soltero en la vida

Son hombres, solteros, de entre 30 y 45 años, con tanto instinto paternal como para lanzarse a la adopción en solitario. Viven la aventura de los hijos al margen de la pareja, defienden su modelo premeditado monoparental, se manejan entre pañales, pediatras, trabajo, cole y una sucesión de situaciones inesperadas. Josep, de 10 años, y Angi, de 12 años, son hermanos, nacieron en Perú y durante cuatro años esperaron que la suerte se fijara en ellos y fueran adoptados. Desde hace dos años viven en Elche. Les rescató del abandono Francisco Agulló, Fran, soltero, peluquero, el mayor de tres hermanos, de 32 años. Es uno de los pocos hombres solteros que presentó solicitud de adopción y que, además, prosperó. Sólo el 5% de las peticiones de adopción las hacen hombres solteros. Ucrania, China, Rusia y Perú son los países que legalmente permiten la adopción por varones solteros, aunque existen legislaciones en las que no se prohíbe pero que en la práctica no materializan las peticiones.

Todavía es más fácil y está mejor vista la adopción por parte de una mujer soltera

'Adoptar siendo un hombre soltero no sólo no es incompatible sino que es posible'

En Santa Pola, un hombre sin pareja adoptó también a un niño peruano hace algo más de tres años, con muchos inconvenientes en el papeleo y algún que otro susto en la operación de recogida del menor. Otro, también de Alicante, hace escasos meses que tiene con él a un bebé de 18 meses. En Valencia, otro ha adoptado muy recientemente, por segunda vez, a una niña de origen chino. Son empleados de banca, autónomos, decoradores, peluqueros. Confiesan que el primer trago duro es, después de haber tomado la decisión, comunicarlo a la familia. 'Es un susto. No importa que tengas una vida estable, un trabajo y muchas ganas. Es más fácil entender la existencia de familias monoparentales en el caso de separaciones o de adopciones por parte de mujeres solas, pero en el caso de los hombres no', comenta un padre adoptivo alicantino que prefiere no dar su identidad.

Desde Adecop en la Comunidad, asociación de cooperación con el pueblo colombiano, entidad acreditada para adopciones, han tramitado también dos de hombres solteros con menores de Rusia y Ucrania. La asociación reconoce que los problemas legales y la falta de información frenan las peticiones. Mabel, trabajadora de PIAO, asociación acreditada que trabaja las adopciones con China, explica: 'Son pocos hombres los que hacen la petición. Se nota un incremento en los que se informan, pero una minoría formaliza la solicitud'.

Fran empezó a vivir independiente a los 20 años. Con 26 dijo a los suyos que quería formar una familia pero sin pareja. 'Al principio pensaron que estaba como una cabra. Pero cuando vieron que fueron pasando los meses, que yo seguía igual o más convencido, que no me echaban atrás ni el papeleo ni los problemas que pudiera encontrarme, no sólo lo aceptaron sino que me han apoyado mucho'. Fran presentó su solicitud para un niño de alrededor de cinco años. Pasaron dos años hasta que le llamaron pero con un expediente que recogía los datos de dos hermanos que entonces tenían ocho y diez años. Y Fran dijo que sí. Voló hasta Lima primero y después hasta el lugar donde estaban los pequeños. 'Recuerdo que me advirtieron de que me pondrían caras raras porque cada niño que sale de los centros que los acogen supone una pérdida mensual de 20 dólares'. Con un action man reportero y un álbum de fotos de su familia, sus amigos y la casa de Elche, se fue a recoger a los pequeños. 'Estuve tres horas con ellos aquella tarde. Estaban muy nerviosos. Era doblemente difícil porque ellos habían estado separados. Pero hubo flechazo'. Al día siguiente volvió con las mochilas, ropa nueva, 20 días de tregua en Perú y billetes y pasaportes para una nueva vida en Alicante. 'Esto no es una moda. Es algo que se hace porque se siente, estás seguro de que puedes ser padre y madre a la vez. Aprendo de ellos cosas muy importantes. Su origen, las experiencias vividas, les hacen muy inocentes en cosas sencillas que ya no se aprecian en los niños de aquí. Creo que están tan felices de que alguien opte por dedicarles cariño, besarlos, cuidarlos, atenderlos que ni siquiera han preguntado una sola vez por una madre'. Fran confiesa que se asustó la primera noche que los vio dormidos, 'te planteas cómo darles el amor que necesitan', pero dice: 'Es lo mejor que he hecho en mi vida, creo que ser hombre, estar soltero y querer ser padre no sólo no es incompatible sino que es posible'.