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El incendio forestal de Cadalso arrasó 660 hectáreas de monte bajo en 18 horas

La amenaza de las llamas obligó a desalojar a 200 vecinos de Paredes de Escalona

F. Javier Barroso

El primer incendio forestal importante del verano en la Comunidad de Madrid, que se originó en la tarde del martes junto a un vertedero de Cadalso de los Vidrios, fue extinguido por los bomberos sobre las once de la mañana de ayer. Fueron 18 horas de fuego que arrasaron unas 660 hectáreas de monte bajo y de encinar en la región madrileña y en la de Castilla-La Mancha, según portavoces de los respectivos Gobiernos autónomos. Las llamas se propagaron con gran rapidez gracias al viento racheado, lo que obligó a desalojar a unos doscientos vecinos de Paredes de Escalona (Toledo).

El incendio comenzó sobre las 17.30 del martes, en las proximidades del vertedero situado cerca de la carretera M-507, en Cadalso de los Vidrios, y se propagó con rapidez por tres frentes distintos. La rápida intervención de los bomberos de la Comunidad de Madrid permitió controlar con cierta facilidad el foco que se extendía hacia el interior de la región madrileña. Peor suerte corrieron los dos focos que avanzaban hacia el municipio toledano de Almorox.

El fuego, que no ha producido daños personales, afectó a una zona forestal de baja concentración arbórea, en la que se intercalan zonas de cultivo, pastizales y pastizales adehesados, y donde también crecen especies como encinas y enebros.

La principal incidencia se produjo en torno a las 22.30, cuando, a consecuencia del fuerte viento, el fuego se aproximó al municipio toledano de Paredes de Escalona. Unos 150 vecinos de este pequeño pueblo fueron trasladados al polideportivo y, los de más edad, al albergue de la localidad. 'Hemos pasado mucha angustia, creíamos que se quemaba todo. Por la noche la Guardia Civil nos dijo que teníamos que dejar el pueblo y ha sido lo peor, porque no sabíamos qué iba a pasar', contaba ayer Herminia Moreno. 'No he pegado ojo en toda la noche de los nervios y de ver tanto humo y las llamas tan cerca de las casas. Ha sido tremendo', agregó la mujer.

Los equipos antiincendios de la Junta de Castilla-La Mancha lograron frenar el fuego, que no afectó a ninguna vivienda de la localidad, aunque sí arrasó los huertos que había en las proximidades de las casas. Sobre las 3.30 de la madrugada se restableció el suministro eléctrico y los vecinos pudieron regresar de forma paulatina a sus domicilios.

En las labores de extinción participaron más de 170 personas. Las autoridades desplazaron numeroso personal para intentar atajar las llamas. La junta castellano-manchega desplazó 17 camiones autobombas, 10 retenes, 5 patrullas móviles y 5 equipos de maquinaria pesada. Desde el aire intervinieron un avión ligero de carga en tierra y un helicóptero.

Helicópteros

Estos efectivos reforzaron los desplazados por la Comunidad de Madrid: 15 dotaciones de bomberos, 6 retenes de la Dirección de Medio Natural, un bulldozer para cavar cortafuegos y seis helicópteros del Gobierno regional que fueron apoyados desde el aire por dos hidroaviones del Ministerio de Medio Ambiente.

El incendio quedó controlado en la zona de Toledo sobre las cinco de la madrugada. Pese a eso, los bomberos permanecieron allí para comprobar que no se reavivaban las llamas, ante las altas temperaturas alcanzadas durante el siniestro y dado el viento racheado que reinaba. Los trabajos de extinción del fuego también se vieron dificultados por la ausencia de caminos en la zona y la abundancia de barranqueras, que supusieron un obstáculo para la penetración de los vehículos antiincendios.

En territorio de la Comunidad de Madrid, los bomberos no dieron por extinguido el fuego hasta las once de la mañana de ayer. Aun así, durante la tarde permanecieron en el lugar todos los efectivos desplazados ante el riesgo de que las llamas se reavivaran.

El director madrileño de Medio Natural, Federico Sepúlveda, señaló que las 260 hectáreas arrasadas en la Comunidad de Madrid eran 'un mosaico de cultivos y pastizal'. 'Se trata de una zona desarbolada en la que había algunos árboles, pero muy separados unos de otros, de forma que el fuego ha pasado entremedias', explicó Sepúlveda. El director señaló que el viento racheado dificultó las tareas de extinción, y confió en que la regeneración de la zona afectada será muy rápida, ya que las copas de los árboles no han sufrido el efecto de las llamas.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil está investigando el primer foco del incendio y las causas que lo generaron, según un portavoz del instituto armado. Los primeros indicios apuntan a que el fuego se originó de forma espontánea.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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