Francia pone en marcha la reforma del derecho de asilo

Una reunión interministerial, el 25 de julio, ha fijado las primeras orientaciones para hacer las modificaciones que desea el Gobierno de Jean-Pierre Raffarin. La actual legislación sobre el derecho de asilo es demasiado 'laxa': así lo afirmó el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, durante una reunión de prefectos, el 24 de julio, en París. Diez días antes, el propio presidente Chirac consideró que esa reforma era 'absolutamente esencial'. El objetivo principal es reducir los plazos para responder a las solicitudes de asilo. Actualmente el plazo medio reconocido por la Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas (Ofpra), encargada de instruir las solicitudes, es de 217 días. Pero la mayoría de los solicitantes espera una respuesta entre nueve y 18 meses. 'Es absurdo, no sirve para nada. Hay que encontrar los medios capaces de responder en un tiempo inferior a un mes', declaró.

El flujo de solicitantes no para de aumentar desde hace tres años y ha alcanzado 48.000 sumarios en 2001. A final del año pasado, la cantidad de solicitudes en espera de una decisión llegaba a 66.000. Eso no quita que el ministro del Interior, como el de Exteriores, quiera avanzar rápido. Un proyecto deberá ser presentado a finales de agosto para ser adoptado por el Consejo de Ministros, y demostrar la determinación gubernamental.

La reforma debería llevar a una simplificación de los trámites. Las dos formas de asilo (convencional y territorial) deberían ser 'unificadas' con la creación de una 'ventanilla única' bajo los auspicios de la Ofpra, que sería responsable de la evaluación de cada caso. El asilo territorial es competencia hasta ahora de las prefecturas y del Ministerio del Interior, que vuelven a examinar según sus propios criterios sumarios a menudo ya rechazados por la Ofpra. La reforma obligaría también a que sean convocados los solicitantes de asilo.

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