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Reportaje:

El despertador de Gomaespuma se apaga

La separación temporal de Guillermo Fesser y Juan Luis Cano deja a la radio sin el informativo más irónico de la mañana

Rosario G. Gómez

Juan Luis Cano y Guillermo Fesser han revolucionado las ondas radiofónicas con una innovadora manera de mezclar humor e información para contar la actualidad sin dramatizarla. 'Que haya noticias lamentables no implica que llegues a la oficina de mala leche o le pegues una patada al perro', dice Cano. Su fórmula, la que han empleado en los últimos siete años en el informativo matinal de M-80, ha sido utilizar la ironía y la parodia como vehículo para contar las cosas como les hubiera gustado oírlas. Fesser, que reivindica su papel de periodista, es concluyente: 'Yo sería oyente de Gomaespuma. Soy incapaz de escuchar un programa despertador sólo con humor y bromas telefónicas. La gente quiere saber lo que pasa, y con dos chistes es suficiente. De los informativos matinales no aguanto más de 20 minutos'.

El viernes pasado se despidieron de su afición (más de medio millón de oyentes) sin billete fijo de vuelta. Será 'un lapsus', apunta Fesser, 'para volver con nuevas ideas'. El matrimonio, que ha durado dos décadas, se separa temporalmente. Fesser tiene en proyecto llevar al cine Cándida, reinventado el personaje y situándolo en un doble escenario: Nueva York (donde se instalará un año) y Madrid. Cano, fiel a su afición a la lidia, se propone escribir la biografía de un torero, un ensayo costumbrista sobre Madrid y realizar una serie documental para la televisión.

De su fugaz paso por la televisión guardan un recuerdo amargo. Seis semanas en VIP, el concurso de Tele 5 que había dejado vacante Emilio Aragón, etapa que Cano tiene borrada de la cabeza. 'Aquello fue un engaño, me arrepiento rotundamente'. 'Fue une chantaje de Valerio Lazarov para dejarnos emitir un programa de marionetas', añade Fesser, que definitivamente salió 'espantado del rollo televisivo' después de presentar La tarde de verano con Pastora Vega y Toni Cantó en TVE.

En sus orígenes, año 1977, Gomaespuma era un cuarteto de estudiantes forjado en la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid: Jaime Barella, Santiago Alcanda, Juan Luis Cano y Guillermo Fesser. El flexo, un programa de la SER llamado a cubrir las madrugadas de la frecuencia modulada cuando la costumbre era apagar el dial a las 12 de la noche, fue su nacimiento radiofónico. Fesser recuerda esa época: 'Lo que hicimos fue trasladar las tonterías que hacíamos en la facultad a la radio. Éramos unos inconscientes porque no le teníamos respeto al medio radiofónico. Y aquello empezó a funcionar'.

Después llegó 'la gran oferta del siglo' en Antena 3: un programa a las dos de la madrugada, los sábados, 'un horario que no quería nadie', por 12.000 pesetas al mes para tres: Fesser, Cano y Alcanda. Este último se incorporó a Radio El País y Cano se fue la mili. Se rompió el trío y nació Gomaespuma. Hasta ahora.

La radio ha sido siempre el refugio del dúo, pese a las excursiones literarias (Marchando una de mili, Pasando olímpicamente, Familia no hay más que una o Grandes disgustos de la historia de España), y el medio que les ha recompensado con premios como el Ondas o el Salvador de Madariaga. Por Gomaespuma han pasado personajes de primera línea: desde Salman Rushdie o Jack Nicholson. Pero Cano se queda con los testimonios de la mujeres anónimas de Kosovo retratando el horror de la guerra de los Balcanes.

El dúo tiene también una faceta solidaria a través de la Fundación Gomaespuma. Sus principales actividades son un foro de reflexión en Internet, el festival de cine asiático, festival de flamenco (fruto de la afición de Juan Luis Cano, un incondicional también del Atlético de Madrid) y la escuela Gomespuma de Calcuta (India), inaugurada hace dos años y a la que asisten medio centenar de niños de la calle.

'En la radio somos exactamente igual que en la vida', se retrata Fesser, 'no hay trampa ni cartón. Tenemos un poso solidario y utilizamos la radio para que la gente se involucre'. Así es como Gomaespuma, con el apoyo de sus oyentes, pudo enviar 100.000 juguetes a Cuba, miles de gafas de sol a Mauritania o kilos de material escolar a los campamentos saharauis. 'Acudimos allí donde está la noticia, para enterarnos de lo que pasa. Preferimos verlo por nosotros mismos. Y de paso hacemos una labor humanitaria', apunta Cano. 'Con Gomaespuma hemos ganado más dinero del que necesitamos y hemos decido repartirlo', comenta Fesser, que acostumbra a ceder los libros ya leídos a la cárcel de Soto del Real.

Juan Luis Cano utiliza el PC "como máquina de escribir" y  navega "muy poco en casa". En la foto, junto a su compañero en Gomaespuma, Guillermo Fesser.
Juan Luis Cano utiliza el PC "como máquina de escribir" y navega "muy poco en casa". En la foto, junto a su compañero en Gomaespuma, Guillermo Fesser.EFE

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