Los conservadores del Poder Judicial quieren controlar la escuela de jueces
El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tiene previsto aprobar hoy un nuevo organigrama de la Escuela Judicial que concentra en dos profesores conservadores el control sobre el profesorado del centro. Esa reforma fue rechazada el 5 de junio por tres a dos votos en la comisión de Escuela del Consejo, por lo que los dos vocales perdedores, propuestos por el PP, hicieron un voto particular para llevar el tema al pleno, donde el sector conservador es mayoritario.
El nuevo organigrama de la Escuela Judicial lo propone el nuevo director del centro, Francisco Valls Gombau, de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM), nombrado hace dos meses por el CGPJ en sustitución de Carlos Gómez, de la progresista Jueces para la Democracia (JpD).
Los sectores progresistas del CGPJ consideran que la reforma del organigrama de la Escuela es el primer paso para desmantelar el funcionamiento de un centro en el que, junto a las enseñanzas de materias jurídicas, se pretendía vincular al juez con la realidad social en la que impartirá justicia. De ahí que durante el año de estancia en la escuela, más otros seis meses de prácticas en un juzgado, el plan de estudios programase estancias en despachos de abogados, comisarías de policía, prisiones, grupos de mujeres maltratadas, organizaciones ecologistas y otros sectores de la sociedad.
Desaparece el claustro
El organigrama que se propone conlleva la desaparición del jefe de estudios de la escuela, así como del claustro de profesores. En cambio, crea dos jefes de sección, ambos de la APM: Pablo Llarena, que será, también, coordinador del área penal, e Ignacio Sancho Gargallo, del área civil. Además, cada uno tendrá bajo sus órdenes cinco profesores de la respectiva especialidad, más otro de Derecho Constitucional. Sancho Gargallo es el único profesor de la escuela que ejerce sin que su plaza haya salido a concurso.
Aunque se mantiene en el organigrama el cargo de jefe de servicio de formación inicial, que seguirá ocupando Fernando Valle, de JpD, la reforma vacía de contenido sus competencias, que se reducen a funciones testimoniales y de representación, según los vocales progresistas. Uno de ellos, Fernando Salinas, vicepresidente del CGPJ, lo explica así: 'El cambio rompe las reglas del juego porque en la práctica se impondrá a los profesores el contenido de las enseñanzas y se dejarán de respetar las diversas sensibilidades, como ha venido ocurriendo hasta ahora'.
La comisión de Escuela del Poder Judicial que preside Salinas rechazó el nuevo organigrama después de que el vocal propuesto por CiU, Alfons López Tena, se aliase con los dos vocales progresistas. Al perder los dos conservadores, Enrique López y José Luis Requero, decidieron llevar el tema al pleno del CGPJ.
López justifica el nuevo organigrama en que lo 'propone el director que acabamos de nombrar y cuanto menos se merece un voto de confianza'.
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