Mal momento para el trabajo en las 'telecos'
La pérdida de puestos laborales a fin de año rozará el 30% en el subsector de fabricantes de equipos
El empleo en tecnologías se dispone a afrontar un durísimo repecho en el segundo semestre del año. Al finalizar 2002, la pérdida de puestos de trabajo alcanzará el 30% en subsectores como el de fabricantes de equipos. Jesús Banegas, presidente de Aniel, una de las dos patronales, propone a las administraciones recetas de choque.
Dos son las principales áreas en las que se dividen los denominados profesionales TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación): la de quienes fabrican alta tecnología, sea física (hardware) o lógica (software) y la de quienes tienen como misión aplicar y desarrollar las tecnologías existentes. Es en las empresas que dan empleo a los primeros, y en particular en el campo de las telecomunicaciones, donde la crisis está golpeando 'de una manera dramática', en palabras de Jesús Banegas. En lo que va de año, la caída del empleo ronda el 20% en el colectivo de 20.000 trabajadores que en enero disfrutaban de ocupación en compañías productoras de alta tecnología, según una encuesta interna realizada por Aniel. En argot ciclista, toda una pájara para quienes estaban acostumbrados a no quitarse el maillot amarillo.
'Este dato preocupante', matiza el máximo responsable de Aniel (Asociación Nacional de Industrias Electrónicas y de Telecomunicaciones), 'tiene otras dos lecturas menos traumáticas: por un lado, venimos de un tiempo de enorme crecimiento del que ahora estamos como descansado; por otro, creo firmemente que el ciclo de estas tecnologías es largo y en el futuro seguirán demandando profesionales'.
En las jornadas sobre formación para la Sociedad de la Información, organizadas por Aniel en los cursos de verano de El Escorial, Jesús Banegas mostraba su preocupación por el hecho de que España aún diverge ostentosamente de Europa en la implantación de nuevas tecnologías: 'Mientras que en los últimos cinco años hemos pasado de un 78% de la renta per cápita media europea a un 84,3%, en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) estamos estancados en torno al 76%, es decir, España ha convergido en términos de riqueza pero no en equipamientos'.
¿Soluciones? 'El primer obstáculo', esgrime Banegas, 'es un modelo liberalizador que ha fracasado en todo el mundo. Se quiso favorecer la competencia en el mercado y antes de eso se presionó para que los precios, que ya eran bajos y descendentes, siguieran cayendo más'. Como resultado, muchos negocios han acabado por ser inviables. 'Podríamos aceptar que los precios no suban por encima de la inflación, pero lo que no puede ser es que los que han creado el mercado libre ahora no dejen de intervenirlo. Que se retiren', afirma contundente.
'En segundo lugar', continúa en relación al necesario despliegue de antenas urbanas para el desarrollo de la tercera generación de móviles, 'es incongruente la arbitraria actuación de las autoridades municipales, prohibiendo que haya nuevas infraestructuras sin ningún fundamento científico'. Por último, y muy relacionado con lo anterior, denuncia una presión fiscal excesiva, por la cual a las empresas de su sector se las trata como generadoras de problemas (de salud pública, contaminación...), que él niega taxativamente. Para rematar la situación, la nueva tasa prevista por la Federación de Municipios, de un 1,5% sobre los ingresos acumulados de telefonía móvil, 'produce vértigo'. Anuncia que la van a recurrir, al tiempo que insiste en reclamar la retirada de otros impuestos, como el que pesa sobre la red eléctrica.
En este contexto apesadumbrado, esta semana se presentó el segundo informe PAFET (Propuestas de Acciones para la Formación de Profesionales de Electrónica, Informática y Telecomunicaciones), elaborado por la Fundación de Tecnologías de la Información de Aniel. Si bien los datos de la encuesta son de enero de 2002, la tendencia reflejaba ya entonces la práctica desaparición de la demanda de profesionales relacionados con la fabricación de equipos y un brusco descenso en la solicitud de personal destinado a desarrollar aplicaciones y servicios sobre tecnologías ya existentes, pese a ser un campo que aún mantiene un nivel de demanda aceptable (ver cuadro). Juan Gascón, director de dicha fundación, concretaba que algunos de los perfiles profesionales más solicitados por la industria son los relacionados con los nuevos servicios de telefonía móvil (mensajes multimedia, chat, descarga de juegos...) y con los sistemas de localización por satélite.
Por su parte, el informe PAFET hace un llamamiento a los responsables universitarios para que, en este contexto de crisis, incorporen en sus planes de estudio los conocimientos relacionados con la gestión empresarial, única forma de evitar, a su entender, la improvisación (solventada en parte por las escuelas de negocios) con la que en la actualidad los profesionales cualificados en alta tecnología se ven obligados a asumir esta función, en especial desde la irrupción del comercio electrónico. Una tendencia que, como recordaba Gonzalo León, director del informe, no sólo se reafirma sino que ve acortar los tiempos de asunción de dichas responsabilidades desde que los técnicos recalan en las empresas.
Se acabó el fugarse a otras empresas
Los tiempos en los que pasar de una empresa a otra era una práctica extendida en el sector de la informática y las nuevas tecnologías parecen haber tocado a su fin. Al menos así lo desvela un informe de la consultora de recursos humanos Ábaco XXI, hecho público esta semana. Sobre una muestra de 1.000 profesionales, el estudio establece un índice de rotación del 32% en el periodo que va de abril de 2001 a marzo de 2002, un 8% menos que en los 12 meses anteriores, a lo que hay que añadir que una parte de los desplazamientos fueron forzosos debido a reestructuraciones internas o reducciones de personal (más de una sexta parte de ese 32%). Según la encuesta, la solidez del proyecto empresarial desplaza a las motivaciones económicas a la hora de decidir un cambio de empleo entre estos profesionales. Para calibrar el cambio de tendencia, asociado a la incertidumbre económica, basta ver que se ha pasado de un 60% a sólo un 36% en la valoración de los motivos salariales para dar ese paso, mientras que la seguridad y estabilidad de la nueva empresa supera el 41% en la escala de valores de los que deciden mudarse.
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