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Columna
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Marea azul

Defensa movilizó a sus mejores fotógrafos para que ilustraran aquel emocionante despertar la señalada fecha del 18-J: primeras páginas con la enseña rojigualda plantada en el peñasco, estilo Iwo Jima. Y sirviéndola, la Benemérita, los aguerridos de Bétera y Rabasa y los cabreros (perdón, caballeros) de la Legión.

Se notará que, puestos a flamear banderas, una se decanta por las azules suavemente onduladas por la brisa del Mediterráneo, color de tendencia actual por motivos diversos y no siempre coincidentes. Una marea azul de pequeños organismos como medusas invadió el litoral castellonense produciendo picor y urticarias. Por aquellos mismos días se celebraba en la capital cierto acto presidido por el alcalde, con ágape y agasajo, que acabó teñido muy de azul por cantarse -qué cosas- 'banderita tú eres roja', y por los gritos de rigor: 'Arriba España'.

Lapislázuli pintan algunas adquisiciones recientes para el Consejo Valenciano de Cultura, como el que exhibe Agustín Zacarés, ex alcalde de Albal, que en plena democracia rotuló calles con los nombres de Moscardó, Onésimo Redondo, y que ahora asegura que la estatua de Franco, en restauración, volverá a la Plaza del Caudillo .

Azul tono camisa que-tu-bordaste-rojo-ayer, el de los informes de la Guardia Civil sobre los actos preparatorios de la huelga, o el amago de reglamento que segregaba como apestados a los conductores de la Diputación de Valencia.

Azul oscuro la poltrona gubernamental ocupada por el césar, y también su cuaderno; oscurísima la pronto abigarrada Ruta Valencia-Sagunto; y, recorriendo toda la gama de añiles, los zapatos de gamuza , los guateques de l'amour est bleu , el queso, la partitura de Preisner para Kieslowsky, la muñeca que 'debería' vestir de rosa, el Danubio, el planeta que emporcamos y el Picasso más melancólico.

Paradojas: azul la costa, y azul la División.

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Pero las banderas de otro color no son para el verano. Entre aquellos cascos que nadie sabe para qué sirven y la sonrisa de Paul Newman, votemos por la cursilada y amemos a quien tenga los ojos azules de tanto mirar al mar.

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