La UE liberaliza el comercio de coches y los servicios posventa

Se acaban los privilegios para la industria del automóvil. La Comisión Europea adoptó ayer el reglamento que obliga a los fabricantes a cumplir las estrictas reglas de la competencia en la distribución de coches nuevos y en los servicios de reparación. La nueva normativa, que entrará en vigor el próximo 1 de octubre, permitirá a los distribuidores abrir sucursales y vender en cualquier país de la Unión.

Aunque la nueva legislación entrará en vigor el 1 de octubre, se dejará un año de transición para que el sector se adapte. Lo más significativo es que los concesionarios podrán ofrecer sus coches con total libertad a través de sucursales por toda Europa, porque deberán suprimirse las restricciones comerciales que imponen los fabricantes a sus distribuidores, una medida que inyecta en el mercado 'dosis de competencia justa, algo que sólo puede ser bueno para los consumidores y el negocio', según declaró el comisario de Defensa de la Competencia, Mario Monti.

Los fabricantes tienen ahora que elegir entre dos sistemas de distribución. Pueden optar por asignar territorios exclusivos de venta para los que se determinará un único distribuidor, aunque éste tiene libertad de vender a operadores que no sean miembros de la red establecida por el fabricante. Otra opción es elegir a los vendedores de sus coches en función de criterios selectivos de tipo cualitativo (como calidad del personal o gama de productos) o cuantitativo (como el número total de distribuidores), pero no se les asigna un territorio de ventas ni tienen autorización para vender a operadores que no sean miembros de la red establecida por el fabricante. Bruselas dice que se tenderá hacia el sistema de venta selectivo y sólo optarán por el exclusivo los coches de alta gama.

El punto clave de la reforma, y el más criticado, es que se acaba con la conocida como 'cláusula de localización' en el sistema selectivo, que permite en la actualidad a los fabricantes obligar a los distribuidores a limitar sus ventas al área establecida. En la práctica, con el nuevo sistema, un ciudadano español podrá comprar el coche que desea en el Estado miembro donde se venda más barato, trasladándose directamente al país o dirigiéndose a la sucursal abierta por un concesionario extranjero en el país donde reside. De todas formas, para ver la desaparición total de la cláusula que permite a un fabricante asignar una zona geográfica en exclusividad habrá que esperar a octubre de 2005.

Otra de las novedades es que los concesionarios podrán especializarse en las ventas y subcontratar el mantenimiento de los vehículos que comercializan con talleres autorizados, u optar por permanecer en la red como talleres oficiales si ven que con la reforma está en riesgo su negocio. Los concesionarios podrán vender varias marcas y estarán autorizados a vender coches los supermercados y los concesionarios virtuales en Internet.

Desde Acea, la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles se aseguró ayer que el nuevo reglamento de distribución de automóviles provoca 'un creciente número de inquietudes en el sector'.